Más de una Inés: ecos del Día Nacional del Libro

Patricia Carrillo: Más de una Inés: ecos del Día Nacional del Libro

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El pasado doce de noviembre festejamos con ahínco el Día del Libro desde su percepción nacional, hablamos de Cristina Rivera Garza y otras expresiones tan diversas como la humanidad misma. Y ahora, en esta misma línea del sentir, me permito departir de la gran expresión, arte y literatura que vivimos -y leímos, y cantamos- la tarde de este viernes 19 de noviembre.

“Balada de escritoras” surgió como una iniciativa por parte de la Asociación Literaria y Cultural de Yucatán (Alicy), en colaboración con Sedeculta y la Biblioteca Pública Central Manuel Cepeda Peraza, de festejar el Día Nacional del Libro en regocijo con creaciones de autoras monumentales, desde lo local a lo nacional, poniendo explícito que cuando una escritora nos refleja su obra ya es de todo México, haya nacido aquí o allá. Con la armonía propia de la música hecha letras con lecturas, pudimos acercarnos a la vida y obra de Briceida Cuevas Cob, Conchi León, Inés Arredondo y a la Inés que nos dio el festejo mismo: Sor Juana Inés de la Cruz.

Leímos, bebimos y escuchamos de ellas. Si bien la literatura y la lectura misma tienen un carácter universal, cuando hablamos de este festejo mexicano no podemos negar que nos cimbra cierto sentimiento mexicano. Muy en lo personal, siendo de Progreso, recuerdo muy nítidamente que cuando vine a Mérida a estudiar la licenciatura “sonaba” mucho una obra teatral (y vaya que en esa época, fuera de la capital, el teatro parecía una utopía tipo ver algo de Shakespeare) intitulada Mestiza Power. Mis allegados crecidos en Mérida me decían “Claro, es de Conchi” y yo no sabía quién era ella.

Por suerte y mucho regocijo, hoy puedo saber más de la obra, representaciones y proyectos nacionales de mi admirada Conchi León, y tras el evento del pasado viernes, no sólo reconocer su obra, sino que me abro a leer y reconocer la literatura concebida naturalmente bilingüe por parte de Briceida Cuevas Cob, o la dramaturgia que tanto debería ser esencial en el conocimiento de nuestro estado contemporáneo de la citada Conchi, o la revaloración de una Inés Arredondo que, pese a premios y reconocimientos, durante décadas no tuvo el mismo realce que sus coetáneos Carlos Fuentes o Juan García Ponce; y ni hablar, por supuesto, de la Inés que nos reúne: Juana de Asbaje, la Sor Juana de los billetes. Una Sor Juana que se caracteriza tanto por sus logros como por esos mitos o datos curiosos que crecen en torno a ella. Lo primordial es que la seguimos leyendo.

Durante una noche Carmen Espinosa, Lourdes Cabrera, Ilsee Morfín e Isabel Cetina nos deleitaron con un acercamiento a estas autoras que merecen no morir por segunda vez. Asimismo, Amairani Núñez, Miguel Ángel Núñez, la propia Ilsee y el gran performance de Riggo Bega nos encantaron con la obra sin fronteras ni presentaciones de dichas escritoras: sus letras al desnudo. ¡Leamos! Que la literatura es vida y este festejo nacional nos sirva de pretexto. Carpe Diem.

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