Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Las zonas arqueológicas de Yucatán han sido “tomadas” por los extranjeros; las cifras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la entidad han mostrado que de 2014 a 2015 los visitantes internacionales han aumentado su afluencia a las zonas arqueológicas, mientras que ha descendido el de los nacionales.

De acuerdo con los datos duros de los reportes, desde el 2010 el flujo de visitantes internacionales a la entidad ha crecido año con año, el porcentaje de diferencia de tres a cuatro por ciento se ha mantenido en los últimos años, incluso así cerró el 2014, pero en lo que va de este año, mientras que los nacionales dejaron de visitar las zonas arqueológicas, los internacionales siguen interesados en éstas.

Considerando un pago promedio de 120 pesos por boleto de todos los extranjeros que han acudido a las zonas arqueológicas de la entidad, y que hasta noviembre pasado sumaban un millón 309 mil 78 visitantes, esto significa que por ellos han ingresado a la economía estatal este año 157 millones 173 mil 600 pesos.

Aún falta contabilizar este mes, que en 2014, según la estadísticas del INAH, recibió un mayor flujo de turistas nacionales 175 mil 396, que internacionales que sumaron 108 mil 705.

Cabe señalar que el costo del acceso a las zonas arqueológicas para los mexicanos tiene un valor menor que al turista internacional, además de que los domingos el acceso es gratuito para los nacionales acreditándose con identificaciones.

El año pasado Yucatán recibió, de acuerdo con estadísticas del INAH, dos millones 884 mil 476 visitantes, de los cuales el 97.63 por ciento, es decir, dos millones 816 mil 102 personas eligieron conocer una zona arqueológica, mientras que el 2.37 por ciento, 68 mil 374, fueron a uno de los museos que custodia esta dependencia federal.

Las estadísticas también muestran que Chichén Itzá es la zona arqueológica más visitada, y el número de registros la coloca a nivel nacional como la segunda en el flujo de visitantes, sólo detrás de Teotihuacán, y en tercer sitio está Tulum, Quintana Roo.

En el caso de Chichén Itzá, las autoridades y los empresarios del ramo coinciden en que la atracción de la zona beneficia a otros sitios similares que están cerca, y por esa razón está creciendo, tal es el caso de Ek Balam, que aunque se conoce su existencia desde hace años, ahora tiene importancia, y según los reportes incluso le ha “arrancado” visitantes a “Dzibilchaltún”; se ubica en tercer lugar, sólo detrás de Uxmal, que es la segunda zona mayor visitada de la entidad.

Yucatán es un Estado que tiene más de dos mil sitios con vestigios arqueológicos documentados y georreferenciados, pero sólo una pequeña parte de los mismos, 17, están abiertos al público, la última zona que el INAH reguló fue Xcambó. 

El pago

• Salvo en el espectáculo “Noches de Kukulcán” en la zona arqueológica de Chichén Itzá, que es aún gratuita para todos, los extranjeros pagan entrada.
• Fuera de esto, la visita de cualquiera a las zonas arqueológicas, que no sea domingo para los nacionales, pagan su boleto, el costo varía según el lugar.
• En Yucatán el INAH tiene 17 sitios arqueológicos abiertos al público, en los cuales hay paradores y servicios para atender a los visitantes.

'Conexión' con los astros

El trabajo que realizó el primer arqueoastrónomo de México, Víctor Segovia Pinto, durante décadas ha permitido que miles de personas de diversas partes del mundo aprendan, compartan y se interesen en los conocimientos que se han develado sobre el dominio que los mayas tenían de los astros y cómo edificaron sus edificios, logrando una “conexión” con los astros.

En el auditorio de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, trabajadores del INAH, integrantes de la Liga de Acción Social, familiares y amigos, escucharon las anécdotas de quienes trabajaron con este investigador y creador de la arqueología de “Paisaje”.

En el video de una entrevista que le hicieron, señaló que el equinoccio en la zona arqueológica de Dzibilchaltún generó un reportaje, en el cual explicó que el templo de las Siete Muñecas como es conocido, porque ahí se encontraron siete ídolos de barro mal cocidos, era en realidad una estructura de estudio, ahí se reflejan los equinoccios y solsticios.