Con premio al poeta David Huerta da inicio la Filey 2018
Entregan al escritor David Huerta el premio Excelencia en las Letras 2018.
MÉRIDA, Yuc.- Con un reconocimiento a las universidades como entidades formadoras y de difusión de la cultura, el Gobernador del Estado de Yucatán, Rolando zapara Bello, inauguró la séptima edición de la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán.
En ceremonia que tuvo lugar en el Salón Uxmal 1, el mandatario entregó del máximo galardón de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, el Premio Excelencia en las Letras “José Emilio Pacheco”, al poeta David Huerta, a quien reconoció su labor como un exponente importante de las letras y como docente.
En ese contexto se refirió a las universidades como actores fundamentales de la promoción del conocimiento y reconoció la consolidación de la feria organizada por la Universidad Autónoma de Yucatán que con una séptima edición, ya forma parte de la agenda cultural del país.
Acompañado de la comunicadora Cristina Pacheco, viuda del escritor José Emilio Pacheco; la directora de UC Mexicanistas, Sara Poot Herrera; Galina Ershova, miembro de consejo de Rusia para la ciencia y la educación, y demás, Zapata Bello habló de los lazos indisolubles con la Federación Rusa y su literatura universal, así como de el hermanamiento con el estado de Guanajuato por medio de la literatura de Jorge Ibargüengoitia.
Brilla la poesía
Por su parte el recipiendario de la presea, en su discurso de agradecimiento evocó el trágico asesinato del poeta andaluz de Federico García Lorca en para aludir al brillo eterno de la poesía.
Abundó que escogió este momento porque con eso comienzan las pasiones más profundas de la época y asimismo declaró tener 68 años e hizo un repaso de su vida destacando la unión de la poesía y el periodismo, así como su participación revolucionaria en momentos históricos del país.
Refrendó su amor a Lugones, T.S. Eliot, Kafka, Borges, López Velarde, Homero y la vinculación de los grandes poetas de todos los tiempos entre los que distinguió a José Emilio Pacheco y a la décima musa Sor Juana Inés de la Cruz, de cuyos versos se valió para fijar la figura de la monja mexicana.