Reviven los dos grandes mercados de Mérida

Limpieza, mantenimiento y rehabilitación, entre los trabajos a realizar.

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Es evidente que el mercado Lucas de Gálvez necesita una remodelación, pues es un edificio que data de los años 50 del siglo pasado y constantemente requiere de fuerte mantenimiento.
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Óscar Chan/MÉRIDA
El Ayuntamiento de Mérida se alista para impulsar proyectos que incentiven la actividad comercial en los dos grandes mercados del Centro Histórico, el Lucas de Gálvez y San Benito, ya que registran un serio problema de desatención y falta de mantenimiento.

Alejandro Gil Sandoval, subdirector de Mercados Públicos, informó que actualmente se realizan revisiones en dichos espacios en materia de eficiencia y rentabilidad, a fin de que el próximo año se lleven a cabo los trabajos.

Consideró que para mejorar los mercados primero debe haber una buena relación entre todas las direcciones involucradas, tanto de servicios públicos, Policía Municipal de Mérida (PMM) y las empresas que trabajan con los locatarios.

En entrevista, subrayó que la dinámica en esos dos mercados es intensa pues, por ejemplo, además de la gente que visita o pasa por el Lucas de Gálvez, se venden más de siete mil productos al día.

Sobre la caída de techos en años anteriores, las fracturas en las paredes de los locales y otros desperfectos de infraestructura, el funcionario municipal reconoció la necesidad de una remodelación del mercado, pues es un edificio de los años 50 del siglo pasado, y ya requiere de fuerte mantenimiento.

“Tenemos en puerta una estrategia para que podamos atender las áreas antiguas y recientes que requerirán de constante mantenimiento. Definiremos los recursos y plantearemos de forma estratégica dónde llegará la inversión y qué es urgente para el siguiente año”, precisó.

Solo en el Lucas de Gálvez existen mil 905 puestos, en cada uno laboran, como mínimo, dos personas, más los proveedores y las más de 60 camionetas que llegan al día para accionar al mercado más importante de la capital yucateca.

 

Establecimientos en mercados del Centro Histórico

Gil Sandoval expuso que en el caso particular del mercado de San Benito se requiere de un proyecto empresarial-comercial que ayude a dinamizar la actividad y que se promueva la visita de personas, en lo que, dijo, ya se trabaja.

Este edificio alberga dos mil 500 puestos, de los cuales solo 300 registran actividad comercial, ya que todo se concentra en el primer piso. En el segundo nivel, los comerciantes abren un día sí y otros no, mientras que el tercer piso está totalmente en desuso.

El subdirector de Mercados subrayó que primero se deben atender todos los temas de higiene y mantenimiento, para lo cual es necesario coordinarse bien con los locatarios"".

"Casas de citas" en San Benito

Problemas de ambulantaje, abandono, renta de locales como “casas de citas” y hasta venta clandestina son los retos a superar en una primera etapa en el mercado San Benito para después atender al Lucas de Gálvez y devolverles su vitalidad.

La jefa de estos dos mercados, María Cauich Pantoja, quien es la primera mujer en asumir este cargo, indicó que en el San Benito los locales del tercer piso son utilizados para la venta de productos de dudosa procedencia.

Reveló que también han detectado problemas por venta de locales, ya que algunas personas “compran” los espacios, pero después se llevan la sorpresa de que eso no puede ser posible, pues está prohibido en el Reglamento de Mercados del Municipio de Mérida.

Recordó que de los más de dos mil 500 puestos de ese mercado, solo están abiertos alrededor de 300 locales, lo que convierte al inmueble en un espacio con más del 80 por ciento en desuso.

La funcionaria municipal informó que al asumir el cargo, los encargados de vigilar el tercer piso de San Benito se encontraron incluso con que los locales son rentados para el sexoservicio. Aunque no precisó cuántos casos, indicó que ya ha habido detenidos por estos actos.

“Entre los locatarios se habla para cubrir sus actos. Tengo el caso de un locatario que dejó abandonado su local por cuatro años, cuando el Reglamento de Mercados estipula que puede ser hasta por 90 días”, apuntó.

Cauich Pantoja remarcó que los asuntos que se atenderán en una primera instancia para mejorar la visión de este mercado se basarán en materia de seguridad, limpieza y agua potable, así como los temas acordados con los locatarios.

Cabe mencionar que en la jefatura de los mercados San Benito y Lucas de Gálvez trabajan 74 personas, de las cuales 10 se destinan a las labores administrativas, 18 al área de manteamiento y el resto al área de vigilancia y supervisión.

 

De los más de dos mil 500 puestos que existen en el mercado San Benito, solo están abiertos alrededor de 300 locales, lo que convierte al inmueble en un espacio con más del 80 por ciento en desuso.

Se remodelará La Pepita

La Subdirección de Mercados del Ayuntamiento también trabajará en reordenar y mejorar las condiciones de la zona conocida como La Pepita, en el mercado Lucas de Gálvez, donde operan varios comerciantes, pues es una zona que ha sido desatendida durante años y requiere una remodelación.

La dependencia municipal explicó que primero sostendrán reuniones con los locatarios de esa área para después determinar cuáles serán proyectos a realizarse en conjunto, ya que la Comuna no tomará una decisión unilateral.

Cabe mencionar que el año pasado la Dirección de Obras Públicas del Ayuntamiento de Mérida informó que en la administración pasada no se realizaría la modernización para restablecer esta área comercial, pues se requiere de una inversión mínima de 300 mil pesos.

La Pepita fue un proyecto iniciado por la ex alcaldesa Ana Rosa Payán Cervera en 2004 y edificado por la ex alcaldesa Angélica Araujo en 2012. Actualmente, la zona lateral y de frente sirve de estacionamiento para motocicletas y bicicletas, así como para la instalación de vendedores ambulantes.

En ese sentido, el subdirector de Mercados, Alejandro Gil anotó que al ser la segunda ocasión que el alcalde Renán Barrera Concha está al frente de la Comuna, ya cuentan con la experiencia para atender las necesidades que requieren esos espacios.

La Pepita tuvo un costo aproximado de 33.5 millones de pesos, resultado de los montos del contrato original de febrero de 2004, con más de 16 millones, y de la ampliación, en marzo del 2011, con poco más de 17 millones de pesos.

 

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