Como es bien sabido, actualmente coexisten dos regímenes de pensión para efectos de la Ley del Seguro Social (LSS); uno, el previsto en la Ley 1973, ya derogada, pero que aún se puede invocar por lo establecido en la LSS, Transitorio Tercero; y el otro régimen, es el descrito en la LSS, con disposiciones vigentes en materia de pensiones, a partir del uno de julio de 1997.

También y como todos sabemos, en la Ley 1973 es posible alcanzar tasas de reemplazo más convenientes para la población pensionada, especialmente si en la recta final de su vida laboral, le es posible ingresar a la continuación voluntaria en el régimen obligatorio IMSS, mejor conocido como modalidad 40.

A través de la modalidad 40, es posible duplicar, triplicar y hasta quintuplicar la pensión a recibir, dependiendo de dos factores fundamentales: uno, cantidad elevada de semanas cotizadas y, el otro, salario base de cotización promedio alto.

Hemos asesorado personas que con dos mil ciento cincuenta y nueve semanas y aportando topado (a 25 UMA, durante cincuenta y ocho meses), han alcanzado pensiones de más de cincuenta y cinco mil pesos. Pero algo muy importante, lo anterior se debió a la visión de esa persona y de su familia para buscar asesoría y por ello, hoy disfrutan de una muy generosa pensión, razón por la cual, le puedo asegurar que jamás le faltará cariño a ese pensionado.

Sin embargo, la situación descrita en los párrafos precedentes no ocurre igual si la pensión a obtenerse se hace por lo previsto en la LSS 1997, pues hasta ahora, quienes se pensionan por dicha Ley alcanzan montos que difícilmente llegan al 30% de su último salario.

Cabe aclarar que el Gobierno Federal actual ha presentado una reforma a la Constitución, para que trabajadores que se pensionen a la edad de sesenta y cinco años puedan obtener por pensión un ingreso igual al último salario devengado antes de pensionarse.

Pero la iniciativa enviada por el Ejecutivo Federal a la comisión de seguridad social de la Cámara de Diputados establece que, se cubrirá al 100% de su último salario, a trabajadores que tengan para 2024, un ingreso mensual igual o menor a 16 mil 777 pesos con 78 centavos.

Establece también la iniciativa de reforma que, la cantidad comentada en el párrafo anterior, se incrementará cada año, de acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC o inflación del año inmediato anterior) y que todo trabajador que tenga un ingreso superior al comentado, queda exceptuado del beneficio en comento.

“Ofrecer no empobrece; dar es lo que aniquila” y, curiosamente, estamos en año político electoral. Así es como se cocina en la caldera del… reformas interesantes, pero quizás, poco viables.