José Salazar/MILENIO NOVEDADES
MÉRIDA, Yucatán.- El trastorno por déficit de atención e hiperactividad  (TDAH) es la afección neuropsiquiátrica más común en la población mundial infantil y adolescente, llegando a afectar a 7 de cada 100 niños entre los 7 y 14 años de edad, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Datos proporcionados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estiman que en Yucatán podrían sufrir este trastorno entre 16 mil y 27 mil menores que se encuentran en ese rango de edad. 

'Generalmente, 80 de cada 100 niños que nos llegan a consulta son enviados por los profesores, quienes tienen una visión bien establecida ya que generalmente los papás no ven el problema, los que detectan esto son los maestros', explicó Imelda Vergara Sánchez, Neuróloga Pediatra del Hospital General Regional Número 1 'Lic. Ignacio García Téllez' del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

'Hay algunos cuestionarios que se aplican cuando hay sospecha de TDAH y los maestros los conocen bastante bien', indicó.

Explicó que los niños con este trastorno son inquietos, se mueven constantemente, son irritables, rebeldes y en general no pueden concentrarse en una tarea por tiempo prolongado. Su aprendizaje es deficiente pero no está relacionado con su inteligencia, ya que la mayoría tienen un coeficiente intelectual normal o superior al promedio.

'En el 90 por ciento de los casos hay alteraciones genéticas, a nivel de receptores como la dopamina, la serotonina, si la mamá consumió alcohol, usó drogas, fumó, sufrió algún traumatismo o el niño fue prematuro, son factores de riesgo que influyen para que se desarrolle el TDAH', mencionó la especialista.

La doctora Vergara Sánchez comentó que para diagnosticar si un niño padece el trastorno por déficit de atención e hiperactividad se aplican cuestionarios oficiales elaborados por la Academia Mexicana de Psiquiatría. Si el paciente cumple más de cinco criterios establecidos en las pruebas se considera como positivo al trastorno.

Asimismo, se aconseja realizar otros exámenes para descartar que el niño presente otros padecimientos, como epilepsias generalizadas.