Continuará en la cárcel falso arquitecto que despojó a clientes de más 600 mil pesos
Sin contar con cédula ni título, cobraba por adelantado y ya no se presentaba a trabajar
MÉRIDA, Yuc.- La Sala Colegiada del Poder Judicial revocó la no vinculación y ordenó que continúe el proceso contra el supuesto arquitecto Francisco Fernando “N”, por el delito de fraude (3) que le endilgan varias personas de Mérida y Tekax, a quienes despojó de montos en dinero que van de los 550 a los 690 mil pesos.
El 28 de noviembre del 2019, la jueza de Control, Elsy del Carmen Villanueva Segura, decidió no vincular a dicho sujeto y lo dejó en libertad, pero los abogados defensores apelaron.
Ahora, en cumplimiento de la resolución de alzada que vinculó a proceso al imputado, la jueza dio por continuada la audiencia inicial y la Fiscalía General del Estado (FGE) solicitó la prisión preventiva justificada, a lo que se adhirieron los asesores jurídicos y se opuso la defensa.
La jueza impuso otras medidas en libertad y seguidamente la Fiscalía solicitó el plazo de 3 meses de investigación complementaria, a lo que nadie se opuso.
Denunciaron los señores Pedro Guillermo “N”, Andrés de Jesús “N”, Jorge Luis “N” y Gladis Gabriela del Socorro “N”.
Desde septiembre de 2018 hasta enero de 2019, el ahora procesado logró la entrega a su favor de diversas cantidades de dinero a través de maquinaciones, engaños y artificios, consistentes en que publicitandose falsamente como arquitecto, ya que no cuenta con título y cédula profesional, ofrecía servicios de construcción y remodelación de inmuebles, dando cotizaciones y proporcionando fotos computarizadas de cómo quedarían los trabajos terminados.
También, ofrecía facilidades de pago y la seguridad de su trabajo, empleando documentos a manera de contratos.
No obstante que al firmar éstos, no tenía la intención cumplirlos, tampoco estaba registrado en dependencias públicas o instituciones privadas inherentes a una actividad profesional.
El imputado, en caso de recibir pagos iniciales, enviaba albañiles y materiales escasos para simular avances en las obras y solicitaba el pago de los saldos con pretextos injustificados, sin acudir ni supervisar los supuestos avances, y una vez que cobraba el dinero ya no regresaba y daba excusas o se ocultaba.