Yucatán: En programa ‘Salvemos una vida’ exhortan a sanar emociones y heridas para avanzar

“No hay que re-victimizarse con recuerdos amargos”, señala especialista

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En la imagen, María Jesús Ocaña Dorantes, fundadora de la asociación civil proyecto “Casa Crisal”. (Foto: redes sociales)
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MÉRIDA, Yuc.- “Cada vez que hablamos de una herida, siempre hay una emoción; algunas nos causan alegría, otras guardan algunos secretos y otras más se quedan ahí atoradas y no nos permiten avanzar, por eso es importante aprender a sanarlas”, afirmó María Jesús Ocaña Dorantes, fundadora de la asociación civil proyecto “Casa Crisal”.

La especialista en educación y defensora de los grupos de vulnerabilidad, abrió la emisión del programa radiofónico “Salvemos una vida”, que se transmite todos los viernes por la estación Amor 100.1 FM, de Grupo Sipse

Acompañada en la conducción de Jorge Barrera, en el programa radiofónico de 11:00 a 12:00 horas, Ocaña Dorantes explicó que las personas podrán sanar sus heridas en la medida en que dejen atrás la influencia que ejerce el sujeto que los dañó y cambiar la forma en la que conciben la vida. 

Indicó que una persona dañada no puede permitirle a su agresor que la siga afectando, pues en ocasiones (como sucede con algunos delitos sexuales) el dañador incluso ya está muerto y uno se encarga de revivirlo de forma constante, y cuando se da cuenta de ello, se han perdido de ser una buena alumna, pareja o trabajadora. 

“Sanar las heridas significa empezar a vivir ¿cuánto tiempo estás dispuesta a darle poder a la persona que te lastimó en ese momento?, Porque a ellos no les importó el daño que nos hayan hecho, por eso debemos quitarle ese poder sobre nuestra vida, si no, nos convertiremos en un títere emocional”, abundó. 

La también licenciada en derecho, terapeuta y consejera en sexualidad, ejemplificó que los auxiliares externos pueden ayudar a sanar el daño e incluso desaparecer esas cicatrices de vida, apoyados de psicólogos, especialistas espirituales, terapeutas y de amigos que sean honestos. 

Las personas se re-victimizan

Sobre la re-victimización, comentó que uno mismo se autoflagela con canciones, recuerdos o situaciones que no quiere recordar, pero que al final de cuentas lo hacen y pierden el objetivo de superar esa herida y ayudar a sanarla, por lo que se tiene que trabajar mucho en ello para ver y sentir la realidad de cada ser humano. 

Agregó que el sanar una herida lleva mucho tiempo y hay que tener paciencia; lo comparó con las heridas que a veces se hacen en la piel, órgano que fácilmente se daña y tarda días en sanar, aunque con cremas y otros remedios se puede ayudar a curar de forma más rápida. 

Compartió que, en el caso de las personas jóvenes y adolescentes, los padres de familia tienen que prestar mucha atención al comportamiento de sus hijos y las señales; y si no se sienten escuchados, existen centros de apoyo como “Casa Crisal”, en la que se puede recibir ayuda y orientación. 

Dorantes puntualizó que la comunicación con los preadolescentes debe ser bastante clara, pues en muchas ocasiones a los padres no les agradará lo que hacen y si uno permite que la emoción del enojo predomine, en vez de tener una escucha atenta la situación puede salirse de control y es cuando se abre una rendija de gran peligro para los hijos. 

Mientras que en el caso de los adolescentes, que a veces suelen “jugar a ser grandes”, usan palabras y formas de relacionarse que son aceptadas entre ellos, aunque no tengan idea de lo que significan, lo que los pone en riesgo de los depredadores, y es ahí en donde los papás deben estar alertas a su comportamiento. 

Hay que renunciar al dolor

“El dolor no es una cadena perpetua, no es un grillete, es un estatus que me va a servir para reforzarme y seguir, eso se llama romper el ciclo de violencia”, aseveró. 

María Ocaña puntualizó que la “felicidad depende de cada uno”, por esa razón hay que evitar el autoflagelarse o recordar aquellos momentos que tanto daño hacen a una persona y que hasta resulta incongruente, si lo que se quiere es superar la herida.

Y finalmente, comentó que “Casa Crisal” es uno de los proyectos sociales que se mantienen en pie gracias al apoyo solidario de la sociedad, así como de las autoridades estatales y municipales, quienes han ayudado con despensas para que su labor siga en marcha y se continúe con la atención a las adolescentes violentadas.

“Nosotros, en Casa Crisal, nos burlamos del dolor, las ayudamos a sanar esas heridas y a volar de nuevo, nos apoyamos entre todas al escuchar las risas, que cuenten qué es lo que les pasa, la mirada y el acompañamiento, esa es la labor de Dios”, finalizó. 

 

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