Aquí podrá comer jabalí, pavo de monte y tepezcuintle

Campesinos yucatecos buscan opciones de trabajo porque el campo 'ya no deja'.

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La gente del campo busca opciones para mejorar su economía. (Milenio Novedades)
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Israel Cárdenas/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Luego de practicar durante más de 50 años las labores del campo, Julio César Canché Bazán y otras 13 personas decidieron abandonar la agricultura “porque ya no deja para la comida”, y apostaron por la creación de un proyecto turístico que desarrollan en la comunidad de Chumbec, Sudzal.

“Yo sembraba la milpa tradicional, cosechando maíz, frijol y calabaza; la milpa ya no deja para subsistir, había plagas y animales que destruían los cultivos; además, el temporal, el factor tiempo, a veces llueve, otras veces no, y como no tenemos sistema de riego, pues tuvimos que buscar alternativas para salir adelante”, relató.

Julio César Canché, de 61 años, dijo que el primer paso fue organizarse junto con sus compañeros agricultores para solicitar un apoyo a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) del Gobierno Federal, en materia de servicios ambientales.

Posteriormente, al elaborar el programa de mejores prácticas, uno de los funcionarios de la dependencia les recomendó aprovechar los atractivos naturales del sitio, y así fue como elaboraron el proyecto para ecoturismo alternativo que presentaron a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con la finalidad de obtener un apoyo económico.

Hace unas semanas esta delegación federal les otorgó 323 mil pesos que utilizarán en un plan de negocios con miras a concretar cabañas, un restaurante de comida exótica con carne de venado, jabalí, tepezcuintle y pavo de monte, entre otros

Asimismo, una rutas de senderos hacia un humedal, que tiene un importante número de pantanos, la aplicación de medidas de seguridad para habilitar un cenote de agua azul turquesa, y el aprovechamiento de la biodiversidad.

“Tenemos una visión a largo plazo; por lo cual gestionamos con la CDI un apoyo económico por cinco años para consolidar este proyecto”, dijo Canché Bazán, quien precisó que entre los 14 integrantes del proyecto hay diez hombres y cuatro mujeres.

Estimó que el costo del proyecto será de cinco millones de pesos, para lo cual cuentan con un terreno de 100 hectáreas, que es resultado de la donación de 10 ejidatarios que donaron 10 hectáreas cada uno.

Canché Bazán es casado, tiene cuatro hijos, vive en una casa de material y lámina de zinc, y respecto de apostar por una nueva actividad económica dijo: “yo siento fuerzas para empezar este nuevo proyecto, trabajarlo junto con mis compañeros; estamos visualizando el futuro de nuestros niños y de los jóvenes. Queremos que aprendan inglés y otras lenguas para acaparar al turista, necesitamos traductores para que la convivencia sea mejor”. 

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