Novedades Yucatán/Mérida
Tras una larga cirugía, médicos del Hospital O'Horán lograron salvar la vida de una bebé prematura al realizarle una operación a corazón abierto para tratar una cardiopatía.

De acuerdo con la publicación del médico Arsenio Hernandez Flota, la operación para cerrar un conducto arterioso a la menor de tan solo 600 gramos fue todo un éxito.

La cirugía se llevó a cabo en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de dicho hospital.

Gustavo Peniche González y Arsenio Hernandez Flota. (Novedades Yucatán)

El especialista detalló que se han realizado procedimientos de este tipo a otros infantes en el nosocomio, pero esta ha sido la paciente de menor peso.

Puntualizó que el conducto arterioso es por el que un ser humano vive mientras está en el interior del útero materno; en este caso, se evitó que permaneciera abierto, para que la sangre se quedara en los circuitos adecuados de su organismo.

Por su parte, el director del recinto, Marco Antonio Cetina Cámara, reconoció al personal médico, de anestesiología y de enfermería que participó en el proceso.

También al cirujano pediatra Gustavo Peniche González, quien asistió al doctor Hernández Flota.

Cardiopatías 

Estadísticas señalan que por cada mil niños, 10 nacen o van a tener problemas cardiacos. En Yucatán, cerca de 30 niños por año nacerían con problemas del corazón.

Las cardiopatías son todas las malformaciones o defectos del corazón desde que está formándose el niño, quienes las padecen generalmente tiene poco crecimiento, se agotan con facilidad y presentan morados los dedos y labios.

La cardiopatía más frecuente en la entidad es el conducto arterioso permeable, que es un problema cardíaco que se observa generalmente en las primeras semanas o meses de vida.

Se caracteriza por la persistencia de una conexión fetal normal entre la aorta y la arteria pulmonar, la cual debería cerrar por sí sola poco después del nacimiento.

(Imágenes ilustrativas tomadas de internet) 

Para reparar esta malformación congénita, se liga el conducto arterioso y se realiza el cierre de la comunicación intraventicular. Esta cirugía es de corazón abierto y tarda entre seis y ocho horas.

En este procedimiento intervienen anestesiólogos cardiovasculares, cirujanos cardiovasculares, cardiólogos pediatras y hemodinamistas pediatras en un quirófano especial.