El medio ambiente se encuentra en peligro y se ve amenazado, no solo los ecosistemas, sino también todos los seres humanos. Conocer los riesgos ambientales es el primer paso para tomar conciencia de su importancia y reclamar nuestra participación en acciones que protejan y recuperen a la naturaleza.

A continuación me permitiré compartir algunos de los problemas que son considerados de atención inmediata para evitar la degradación nuestros recursos naturales.

En primera instancia mencionaremos al Cambio Climático, del que podemos referir que debido al incremento desde el siglo XIX de las emisiones de gases efecto invernadero en la atmósfera por las actividades humanas, se ha provocado que la Tierra sufra un cambio en el clima y este problema ambiental causa diversos impactos “abrumadores” sobre la naturaleza y los seres humanos.

En segundo lugar podemos abordar a la contaminación ambiental, la cual como sabemos provoca impactos negativos en los ecosistemas y diversas enfermedades, alteraciones y la reducción de la esperanza de vida en millones de personas en todo el mundo. Los agentes contaminantes son muy diversos y cada vez causan más padecimientos de salud, incluso antes de nacer.

Un tercer problema que nos afecta desde los últimos años es la destrucción de los bosques o deforestación, que ha disminuido a nivel global en los últimos años, pero continúa a un ritmo “alarmante” en muchos países, sobre todo en naciones en desarrollo. Aunado a estos efectos, tenemos el consumo cada vez más elevado de energía a nivel mundial y la continuidad de los combustibles fósiles que generan diversos impactos ambientales, resultando preocupante para el desarrollo humano de las próximas décadas.

El uso de energías renovables y el aumento de la eficiencia energética son algunas de las soluciones para combatir este problema que, afortunadamente, en nuestro país ya está siendo afrontado por diversas instancias.

El problema ambiental más complejo que hoy estamos enfrentando como sociedad es la generación desmedida de residuos sólidos (conocidos como basura), ya que al haber un aumento en la población mundial de manera natural aumenta la generación de residuos y, según estudios de la OMS, para 2025 la generación será al tiple de lo que hoy se produce en 2023.

No olvidemos que si los residuos no se tratan de forma adecuada, en especial los peligrosos, pueden provocar daños muy diversos al medio ambiente y a los seres humanos. El reciclaje, además de paliar este problema, evita el uso de nuevas materias primas y reduce así el impacto ambiental.

Además, debemos cambiar nuestros hábitos de consumo y sumarnos a la llamada economía circular, que viene a nivelar en gran medida nuestra relación producción-consumo generación.

Estas situaciones las debemos valorar ya y cambiar nuestros hábitos con base en una transformación de nuestra conducta de consumo personal. Estas consideraciones pueden ser subsanadas si nosotros asumimos nuestra responsabilidad y evitamos el aquí y el ahora en nuestras acciones, para no seguir comprometiendo nuestros recursos naturales para las generaciones futuras.