Este jueves se cumplió un siglo de la Nacionalización de la Marina, ocurrida el 1 de junio de 1917, cuando entró en vigor el artículo 32o constitucional, que establece que para pertenecer a la Marina y desempeñar cualquier cargo o comisión en la misma se debe preferir a los mexicanos sobre los extranjeros, decisión que se amplió a los pilotos de aeronaves.

Como ocurre cada año, el presidente en turno elige un puerto para celebrar la efeméride y este año Enrique Peña Nieto se decantó por Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde además de cumplir con el ritual de evocar a los marinos caídos y depositar una ofrenda floral en la mar, a bordo del buque "Usumacinta", también abanderó cuatro remolcadores. Ahí, Peña Nieto recordó que la Armada asumirá entre sus funciones, el carácter de Autoridad Marítima Nacional una vez que tome el control de las Capitanías de Puerto, este mes.

Por cierto, hacer efectiva la nacionalización fue obra de la Marina Mercante, pues el 3 de junio de 1917, el buque mercante Tabasco concretó este anhelo al realizar una travesía de Veracruz al puerto de Progreso, sin embargo, no hemos encontrado registros del arribo o zarpe de este barco al puerto yucateco, lamentable por ser un evento histórico de trascendencia.

Vale la pena insistir en que el Día de la Marina no es exclusivo de la Armada, sino de todo el sector marítimo en su conjunto, porque a menudo se olvida que en el amplio espacio de nuestros mares se desarrollan actividades como la extracción de hidrocarburos, la pesca, la protección al medio ambiente marino, turístico-recreativas, comerciales, de tráfico marítimo, de investigación oceanográfica y de seguridad.

Por otra parte, desde 1991 se instituyó en el país el 23 de noviembre como el Día de la Armada de México; se eligió ese día por el papel que jugó la dependencia naval en la consolidación de la Independencia nacional, pues el 23 de noviembre de 1825 el capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda logró la rendición del último reducto de tropas españolas en la fortaleza de San Juan de Ulúa, en Veracruz.

Así que la felicitación debe ser para todos los que contribuyen al desarrollo de nuestra nación en los mares y costas, desde el pescador hasta el almirante o capitán de altura.