Un vistazo a la educación de Finlandia (II)
El poder de la pluma
Otro aspecto que caracteriza a la política educativa de Finlandia es garantizar que todos sus ciudadanos reciban las mismas oportunidades de acceso a la educación, sin importar la edad, lugar de residencia, situación económico-social, sexo o lengua materna; es por ello que, desde la educación preescolar y los subsecuentes niveles de educación básica y la secundaria superior, tanto general como de formación profesional, la enseñanza, la atención social y sanitaria al alumno y las comidas se ofrecen gratuitamente de igual manera que los libros de texto y otros materiales necesarios para el aprendizaje, incluyendo el transporte de ida y vuelta a la escuela. Considerando que es hacia los 7 años de edad cuando el alumno se encuentra en la fase más manejable y cuando realiza algunas de las conexiones mentales fundamentales que le estructurarán toda la vida, de ahí la decisión de poner a los mejores docentes en los primeros años de enseñanza.
Para ser maestro se necesita un promedio superior al 9, además se toma muy en cuenta su participación en actividades sociales y comunitarias. Cada universidad escoge a sus aspirantes a profesores después de una entrevista donde valoran su capacidad de comunicación y de empatía, un resumen de la lectura de un libro, una explicación de un tema ante una clase, una demostración de aptitudes artísticas, una prueba de matemáticas y otra de aptitudes tecnológicas, siendo éstas las pruebas más duras de todo el país. Al proceso de selección le sigue una exigente licenciatura y periodos de prácticas profesionales, es un honor nacional ser maestro de primaria. El personal de enseñanza y de orientación dentro de las guarderías infantiles tiene un título de una universidad o escuela superior profesional, además debe recibir asistencia y capacitación de otros profesionales del cuidado de niños. Para la educación básica y educación secundaria superior general, los profesores son generalistas (profesores de clase), mientras que los de los tres últimos grados y de nivel secundario son especialistas de una asignatura especial (profesores de asignatura). Los profesores de clase tienen maestría en Pedagogía y los profesores de asignatura tienen maestría en su asignatura de enseñanza, y, además, han cursado estudios de pedagogía.
Para impartir clases en educación profesional y educación superior, los profesores deben tener un título académico superior o posgraduado; o bien, un título de una escuela superior profesional con la calificación más alta posible, además de tres años de experiencia laboral y estudios pedagógicos. Generalmente los profesores de universidad deben tener un título doctoral u otro título de posgrado. Como ven, la excelencia del maestro hace la diferencia y aquí, en México, una evaluación docente es considerada como un acto criminal del Estado en contra de los maestros. Por eso estamos como estamos.