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Retomando algunos datos de los efectos por el cierre de escuelas tenemos que, ante la imposibilidad de cumplir estrictamente con los contenidos de estudio, tanto maestros como padres de familia se ven obligados a utilizar la imaginación para darle una nueva dimensión al aprendizaje y que de una manera más lúdica se realicen los procesos y experiencias en el hogar. Las nuevas generaciones se sienten más atraídas por los ambientes virtuales que por los reales, de ahí que los alumnos se distraen en sus casas y en las aulas, pues no sueltan su celular. En este sentido la emergencia puede ser una gran oportunidad para repensar y transformar la realidad escolar con sus tiempos y espacios en el aula, estos son momentos en que ciertas transformaciones que tardan mucho tiempo en concretarse se pueden acelerar por la fuerza de la necesidad.

Pasada la emergencia, habrá que analizar qué pudimos aprender de la improvisación, qué cosas debemos perfeccionar, qué cosas retener, qué cosas rescatar y cómo articular la realidad espaciotemporal de la escuela con las posibilidades que ofrece la realidad virtual. Algo muy importante que debemos considerar es que la mayoría de los estudiantes de educación básica están en una escuela sin una plataforma efectiva de apoyo de aprendizaje en línea. Esto implica que quienes tendrán mayor rezago en su aprendizaje serán los que carecen de recursos digitales; habrá tiempo para reflexionar y redefinir las políticas educativas tendientes a fortalecer la escuela pública para dejarla en mejores condiciones y así contrarrestar la fuerza de las desigualdades sociales.

Aquí en Yucatán, a pesar de contar con un sistema educativo muy organizado, reiteradamente se han manifestado muchas quejas y denuncias de padres de familia porque sus hijos no fueron incluidos en algunos grupos de WhatsApp por donde se les hacen llegar las tareas, en otros casos tampoco aparecieron en la plataforma de Classroom que sólo tiene capacidad para registrar a 250 o 300 personas. ¿Por qué en las escuelas secundarias, cuya matrícula supera ampliamente esa capacidad, decidieron trabajar en dicha plataforma? Se han reportado casos de alumnos que hasta la fecha no han recibido tareas de sus maestros.

En otros niveles educativos se tienen maestros que apagaron su celular y no contestan para evitar el trabajo con sus alumnos, hay quienes no responden a los correos donde sus alumnos les piden revisar sus trabajos, varios alumnos se quejan de que los maestros son muy exigentes con el tiempo de entrega de las tareas sin importar que el único celular le sirve a tres o cuatro hijos de la misma familia. Varios se quejan de la exigencia de comprar material escolar cuando apenas tienen para comer. Me consta que la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey) ya está atendiendo estos casos con el propósito de brindar un servicio educativo con equidad e inclusión para que los padres de familia y estudiantes tengan la certidumbre y confianza sobre la forma en que concluirá este ciclo escolar.

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