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Un día antes de la toma de protesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por cuestiones laborales visité la hermosa Ciudad de México, que me gusta mucho, por diversos motivos, entre ellos la temperatura que oscila entre los 19 y 21 grados Celsius y que nos obliga a vestir abrigados o con un buen traje; otra de las razones es la diversidad de platillos para deleitar el paladar de un experto catador de pambazos y quesadillas, con o sin queso, y el tercer motivo son los bellos inmuebles y monumentos que visten las calles de esta urbe, que sin duda nos hacen viajar en el tiempo y poner a flor de piel nuestra imaginación para guardar esas bellas estampas en nuestros recuerdos.

Mi aventura comenzó en el aeropuerto de Mérida, y digo aventura porque me pasaron muchas cosas que nunca había experimentado en mis viajes: toparme con la crema y nata, como le dicen coloquialmente, y es que desde mi salida me tocó compartir vuelo con diversas personalidades de la política yucateca que se dirigían a la capital a la toma de protesta de Andrés Manuel, y otros que me chismearon que iban por cuestiones de negocios y atender pendientes personales.

Al llegar al hotel, me topé con un impresionante cerco de seguridad, policías, elementos privados, detectores de armas, incluso una alfombra roja a la entrada del lugar, y me dije: ¿tanto alboroto por mi llegada?, pues no, lo que pasaría, y que me enteraría horas más tarde, es que en el mismo lugar donde yo dormiría se hospedaría el rey de España, Felipe Sexto, de ahí la importancia de vigilar bien el lugar, y que nada impidiera su cómoda estancia en la tan bella Ciudad de México; hasta ese momento no me había caído el veinte de que pernoctaría en el mismo sitio que la realeza, pero bueno fue algo que no me quitó el sueño.
Vi también muchos vehículos oficiales que transportaron a funcionarios de alto nivel, mucha seguridad, pero, eso sí, todo bien organizado.

Después de resolver mis pendientes retomé el camino a casa, y pues, ya en el aeropuerto de la CDMX, me puse a platicar con varias personas que trabajan en esta terminal sobre cuál era su posicionamiento ante las decisiones tomadas por el jefe del Ejecutivo.

Hubo muchas opiniones encontradas, pero la mayoría dijo que uno nuevo no le caería mal a la ciudad. Llegó mi avión, y el momento de regresar, y para hacer relevante y curioso este viaje, en mi vuelo venían los integrantes de la banda popular MS y el cantante Yahir, quienes se presentarían en diferentes puntos de nuestro estado.

Así de intenso estuvo este viaje de un día, y así lo recordaré, como cuando dormí cerca de la realeza.
Quisiera aprovechar este espacio para felicitar a Novedades Yucatán, por este nuevo reto, pero con la misma encomienda: informar a toda la población yucateca con la verdad y objetividad que nos caracteriza como grupo, enhorabuena.

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