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Quizá por la condición insular en los asentamientos de los taínos caribeños, las versiones de sus mitos contienen variaciones significativas. A pesar de tales diferencias pueden encontrarse en sus narrativas indicios de un origen común. En cuanto al origen de los seres humanos hay más de una versión. Ésta es la que presenta Philip Wilkinson.

Según el mito, los taínos de la isla La Española o Santo Domingo, que hoy día abarca los países de Republica Dominicana y Haití, desde tiempos inmemoriales vivían en una cueva local llamada Caonao y se dedicaban a la pesca. Un día que regresaban a su morada, el sol atrapó a unos cuantos y los transformó en árboles. Otro taíno, que debía vigilar la caverna mientras los demás trabajaban, fue transformado en piedra por descuidar sus obligaciones.

En la misma mitología taína se menciona que los primeros humanos fueron hombres. Pero, en cierta ocasión en que regresaban de sus labores, vieron caer de los árboles unos seres semejantes a ellos, pero que a la vez eran diferentes. Se fijaron que no tenían órganos sexuales. Por instinto, los hombres supieron que eran mujeres las cuales necesitaban; así que las capturaron y ataron a sus cuerpos unos pájaros carpinteros. Las aves creyeron que dichos seres eran árboles y a cada una le hicieron un agujero. Así se crearon los órganos sexuales femeninos y las primeras mujeres. Obviamente este importante acontecimiento permitió la reproducción de la tribu. Posteriormente, los taínos dejaron la cueva de origen y salieron a explorar otras islas donde fundaron aldeas. Aprendieron a cultivar la yuca, su alimento principal, y se civilizaron.

En la mitología de los taínos son muy frecuentes las narraciones sobre las aves, por ejemplo el relato del pájaro carpintero al que ya se ha hecho referencia. Sin embargo, el mito del colibrí es también muy importante y escuchado frecuentemente. En una ocasión los dioses castigaron a un hombre por haber cometido incesto y lo transformaron en la Luna, con el rostro manchado. Cuando el hijo de aquella unión nació, el colibrí utilizó su pico para llevarlo y enseñárselo a su padre. Entonces la Luna, agradecida, recompensó al ave otorgándole un brillante y tornasolado plumaje. Los mitos taínos también narran relatos de Guayahona, héroe cultural y chamán que exploró las islas cercanas en busca de guanín, una aleación de oro con otros metales que se apreciaba por su brillo dorado. Guayahona, acostumbraba a llevar a muchas mujeres en sus travesías.

Pero la estabilidad tribal cambió mucho cuando los primeros europeos llegaron al Caribe en 1492. Para los taínos este hecho fue una catástrofe que condujo a la pérdida de su modo de vida. Los colonos europeos los trataron con crueldad y les contagiaron enfermedades que produjeron la extinción de muchas tribus taínas.

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