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Según las estadísticas, la violencia intrafamiliar ha aumentado un 80% desde que estamos en cuarentena, ya que muchas mujeres están encerradas con sus agresores. El problema del alcoholismo en Yucatán es uno de los grandes factores de la violencia intrafamiliar. Lo sé de cerca porque crecí con un padre alcohólico. Creo que la violencia intrafamiliar y el alcoholismo son dos de los grandes temas pendientes en el estado. Pero no me quedo sólo en Yucatán, la violencia de género expande sus garras a lo largo y ancho del país y del mundo. Es increíble cómo aun en tiempos de confinamiento siguen desapareciendo mujeres, y si aparecen vivas, se vuelven motivo de burla, especulación y descalificación. Como sucedió con la menor de 14 años que desapareció y fue encontrada con un tipo de 22, todos los señalamientos fueron para ella, para él, que sustrajo a una menor, ninguno. Si a ella se le señaló como chica fácil, promiscua, inconsciente, a él se le debió señalar como pedófilo, ya que ella es menor de edad. Tristes los medios que exhiben a la menor y minimizan a los pedófilos.

Anda en las redes un video de una mujer que platica en línea con su amiga, y en un momento dado le hace una seña que ella interpreta perfectamente: es una señal de auxilio, significa que está siendo violentada por su pareja. Como el video se hizo viral, esa señal discreta y personal ya es reconocible, por eso sugiero que cada mujer tenga su propia señal reconocible para quienes pueden ayudarla en momentos críticos. Soy sobreviviente de la violencia intrafamiliar, vi a mi padre ejercerla sobre mi madre muchas veces. Con la impotencia de una niña que no puede defender ni defenderse, con el horror de ver a mi madre desmayada por los golpes, y ahí seguir recibiendo patadas. Nunca pude defender a mi madre, por eso ahora me interesa aportar y ayudar a las mujeres que sufren violencia, a los niños que son testigos de escenas de horror donde la víctima es su madre. Las mujeres, los niños, todos estamos expuestos a la violencia, por eso debemos tener botones de emergencia, señas, señales, amigos, familia o autoridades que vengan a ayudarnos a salir del pozo cada vez más profundo de la violencia.

En Mérida tenemos dos albergues de mujeres que sufren violencia, estos albergues han salvado la vida de muchas, pues las ponen a salvo de sus agresores, y sus hijos dejan de vivir tan dolorosa situación. Estos albergues, como la mayoría de los lugares y las personas, atraviesan problemas económicos, por lo que han implementado estrategias para recibir apoyos y seguir atendiendo a las mujeres que llegan a pedir ayuda. La Red Nacional de Refugios, A.C., está haciendo una colecta, mujeres artistas están donando sus obras, mismas que se venden o subastan para obtener recursos. Es importante que todas las personas tengamos derecho a una vida sin violencia, que los niños no sean testigos del abuso hacia ninguno de sus padres, de nadie.

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