De haciendas e influencers
El poder de la pluma
Gran zafarrancho se armó con la presencia de influencers y youtubers invitados por la Secretaría de Fomento Turístico para promocionar Yucatán. Entre dimes y diretes, los vimos visitar Uxmal y pronunciar mal el nombre de una de las pirámides más representativas del estado. Referirse a Izamal como “pueblito”, y al majestuoso convento franciscano (uno de los más antiguos de México) señalarlo como hacienda. Le cambiaron de sexo a la Pirámide del Adivino, e hicieron historias mostrando el pirix para promocionarnos. ¿Promocionaban Yucatán o tangas o sus pirixes? Yo hice una publicación y afirmé que me bajaba del conflicto, pero recibí un mensaje de uno de los influencers en el que me decía que pronunciaban mal porque los cuidadores de los sitios arqueológicos les daban mal los nombres. ¡Ahora resulta que la culpa es nuestra! Los sitios arqueológicos tienen placas descriptivas en cada sede, ¿será que no saben leer? Insistió en que el gobierno no les pagó un peso. Le pregunté cuánto costaron los vuelos, hospedaje y comidas, entonces me respondió (cito textual):
“La verdad no se quien eres. Estás denigrando mi trabajo y el apoyo que intentamos dar a un lugar que estaba desolado de turismo y de gente. Y algo que quede muy claro lo estás tomando a personal y esta promoción no la hicimos para ti Los 200 millones de impactos positivos que logranos en tres días es algo que no necesitas tu, es algo que necesita el estado para reactivar un rubro del cual dependen miles de familias yucatecas... No te sientas tan especial… Así que continúo externando tu postura negativa, sigue menospreciando el trabajo y esfuerzo de la gente y sigue ardiendo menos el esfuerzo de otros que intentamos ayudar, amo Yucatán… y afortunadamente seguiré visitándolo dejando a un lado la negatividad y resentimiento de personas como tú a partir de este momento puedes escribir lo que gustes pero de mi no tendrás una respuesta, dedicaré tiempo a lo que realmente vale la pena por que a palabras necias oídos sordos”.
Con esa redacción y faltas de ortografía pretendía censurarme. Yo no denigré su trabajo porque no lo conozco. ¿De dónde sacaron que Yucatán está desolado y necesita su ayuda? ¡Yucatán es un pueblo vivo y poderoso, no entiendo por qué la Sefotur quiere proyectarnos con lástima y banalidad! Quizá esa secretaría deba revisar sus estrategias e incluir yucatecos en ellas. La omisión es una grosería, una breve charla informativa hubiera bastado para informar a los visitantes. ¡Bendito Dios no les contaron del Enano de Uxmal, porque lo hubieran convertido en enana! Y ahí sí, con todo la fuerza que me da amar mis raíces, promover mi cultura por el mundo y sentirme orgullosa de ella, puedo afirmar que los enanos son otros: los que sólo se miran el tuch y se autoalaban, los que no saben dónde están parados, los que desconocen la grandeza de los mayas y no saben mirar el majestuoso cielo del Mayab. ¿Desolado? Nunca, más bien, poderoso e infinito.