|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La cuarta transformación, tal y como prometió, ha cambiado varios hechos, uno es la percepción que se tiene del periodismo; ahora más que nunca en la historia contemporánea los periodistas tienen que estar forzosamente en plena defensa y aliento del gobierno de México, de lo contrario serán tachados de prensa vendida al conservacionismo, prensa fifí, prensa chayotera; me doy cuenta de la grave crisis que viven los periodistas hoy en día en nuestro país, cuando su único trabajo es preguntar y contrastar lo que se dice con lo que se hace.

Los lectores demandan una única cosa: noticias claras, precisas, aunque éstas sean amargas, es por eso que no podemos pensar que todo el trabajo realizado por los periodistas será de alabanza o de validación; es necesario que se realicen los cuestionamientos que sean imprescindibles para garantizar una información veraz y completa, lo cual es un servicio público de primera necesidad. Hoy, como siempre, vemos periodistas en la primera línea de riesgo, buscando la información de primera mano, llevando a toda la audiencia la información que el personal de la salud está indicando, aunque contraste con la oficial.

Es claro que, en este tiempo de contingencia, los mexicanos se han informado sobre la pandemia y necesitan que el panorama de la realidad sea amplio y veraz; el periodismo ayuda a que las personas visualicen aspectos que a veces quieren hacer pasar desapercibidos quienes ostentan el poder, pero también son elementos de contra referencia de todo lo que se produce en internet, que en muchas ocasiones solo busca causar desinformación y pánico.

Sin embargo, mañanera tras mañanera, vemos cómo el gobierno de México, encabezado por el presidente López, se niega a responder lo que la prensa le pregunta de manera puntual, y en vez de eso responde algo totalmente contrario a lo que se le cuestiona; el presidente ha descalificado investigaciones periodísticas que revelan comportamientos inadecuados de sus funcionarios -investigaciones que en el pasado revelaron hechos como el de la casa blanca que tanto utilizó él para descalificar al gobierno anterior-. Si bien su estrategia de comunicación con respecto a las mañaneras es un ejercicio inédito, éste no exime que continúen las prácticas de censura, hostilidad y demérito contra los y las compañeros periodistas.

Si al presidente le interesa recuperar los puntos de aceptación perdidos durante esta contingencia, debe poner el ejemplo de respeto a la libertad de expresión, entender que los cuestionamientos que se le hacen son preguntas legítimas por parte de la población y que lo que se busca es acabar con las noticias falsas y mal intencionadas. Lo que necesitamos en este momento de crisis es información puntual, precisa y sin manías de persecución exageradas como ha manifestado en las últimas semanas.

Lo más leído

skeleton





skeleton