|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Como nunca, me siento comprometida con el planeta para encontrar alguna forma de disminuir la intensidad del calor que nos ha perseguido durante las últimas semanas, debido, seguro, a muchos factores, uno de ellos la falta de vegetación cada vez más común a nuestro alrededor.

Evitar que las hojas caigan no es una opción, tampoco cortar los árboles que quedan para no llenar las calles de las hojas. Hay que hacer más cosas para que evitemos la voracidad del sol sobre nosotros. Claro que cuidarse es una de ellas, pero tomar acción sobre lo que ya existe es otra forma.

Todavía recuerdo hace algunos años cuando, alrededor de la casa en que vivíamos, teníamos un patio lleno de árboles de ciruela, aguacate, caimito, flores de mayo y hasta de hule, con los que se cubría toda la casa y se sentía un poco de fresco. Claro que no teníamos los niveles de sensación térmica a los que llegamos en estas fechas.

De todas formas, el programa de los gobiernos municipal y estatal para llegar a una meta de 200 mil árboles más en la ciudad me deja un buen sabor de boca, pero somos nosotros quienes nos deberíamos responsabilizar de su sobrevivencia. Es necesario.

Tengo que decir en favor de los buenos ciudadanos que como nunca he escuchado, más que visto, el entusiasmo de las personas por sembrar plantas que nos protejan de los rayos UV cada día más intensos sobre nuestra piel. Según datos de la campaña de arborización, se han sumado a esta tarea unos 800 ciudadanos que, aunque hacen un buen número, están súper lejos de los más de un millón de habitantes que somos ahora los meridanos.

Es importante considerar las diferentes recomendaciones de los expertos que hablan de plantar árboles de la región. El Ayuntamiento de Mérida plantará solamente especies nativas como pich, ramón, katalox, balché, x’kanlol, mandarina, zapote, roble, jícara, caimito, mango, mamey, yaca, naranja agria, limón, maculís y campanita.

Además la Comuna tiene el programa “Adopta” que donará cítricos por ser de menor dimensión y pueden plantarse en los patios de las casas. Y eso tendrá más ventajas, según de ha comentado, ya que hay una propuesta que aún se someterá a Cabildo para crear un programa que beneficie con un subsidio del 5 por ciento respecto al pago del impuesto predial 2020 a quienes lo hayan hecho.

La idea es que se conviertan en programas permanentes, pero insisto en que los ciudadanos deben poner su parte. Evitar destruir lo ya existente y atreverse a aumentar el número de árboles.

Mi mejor deseo es que encontremos coincidencias que nos permitan tener un sitio limpio, con mejor calidad de aire, con postes naturales donde colgar columpios, sombras bajo las cuales podamos tomar un respiro, con la responsabilidad que habrá que barrer, podar, regar, en general cuidar de lo que pueda ser nuestro futuro.

Mientras aprovecho que es lunes para buscar a otros que, como yo, prefieren los árboles que nos guarden de las temperaturas. ¡Que sea feliz!

Lo más leído

skeleton





skeleton