|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Hace ya muchos años escuché exclamar a uno de mis amigos, “es de mala suerte ser supersticioso”, varios de nosotros reímos ante la ocurrencia, en los últimos días he recordado la anécdota, ahora vivimos en un mundo ultra moderno y supuestamente muy racional, donde la iluminación de la ciencia y la tecnología dicen haber borrado por completo la superstición de nuestras vidas, pues resulta que este viejo acompañante de la humanidad, la superstición, sigue tan viva y tan actual como lo ha estado a lo largo de toda la historia humana.

Mientras algunos de nosotros aceptan la superstición sin ningún problema y aceptándola de la misma manera que otros seres humanos de otras épocas la aceptaron, algunos ahora la adornan con toda clase de pretextos o justificaciones, pasando desde las explicaciones metafísicas, hasta algunas pintadas de desarrollo humano, superación personal o de algún matiz religioso.

A aquellos siete años de mala suerte por romper un espejo, se han agregado innumerables y enrevesadas supersticiones actuales, muchas de ellas barnizadas de alguna explicación “lógica” para tratar de entender lo ininteligible, porque ahora resulta que el aura esa que nos rodea es consecuencia de determinado cuarzo o piedra en especial, por lo que si algún mal nos aqueja, basta con realizarnos una “limpieza” áurica con gemas, cuarzos, piedras metales o cualquier similar y el problema estará mágicamente resuelto.

Escuchamos que a alguien le está yendo bien o mal en la vida como consecuencia del karma que se carga, recibiendo las consecuencias de lo que ha hecho, una muy triste desviación de la creencia india del karma, esta religión señala puntualmente que el karma nos hace recibir en esta vida la recompensa o el castigo por lo realizado en una vida anterior, creencia enraizada en la reencarnación, que hoy algunos en occidente han deformado hasta asegurar que se reciben las consecuencias de lo hecho en esta vida, cosa que tendría muy preocupado a algunos políticos entre otros.

De esta situación no escapa nadie, aún entre la cristiandad sucede lo mismo, con las famosas imágenes de San Judas Tadeo y similares, que si usted toma la sabia decisión de compartir en alguna de sus redes sociales, inmediatamente recibirá un milagro, dinero en abundante medida o la solución de algún grave problema en su vida, pero aún la antítesis de la cristiandad con cosas como la santa muerte, que por tener alguna estampa o promover su imagen inmediatamente usted estará protegido contra todo y contra todos, algo así como la eterna protección de alguno de sus superhéroes favoritos.

Así en este mundo súper moderno y racional es como seguimos navegando en medio de esta superstición ancestral, y ante ello les recuerdo, es de mala suerte ser supersticioso.

Lo más leído

skeleton





skeleton