'Criaturas fronterizas'
El poder de la pluma
No hace falta hurgar mucho en los recuerdos para traer a la mente “Déjame entrar”, una historia llena de sensibilidad, pasión y suspenso que sorprendió al mundo en 2008. Su creador, John Ajvide Lindqvist, deja constancia de su gran trabajo para el cine, al ser retomado para un segundo filme de gran calidad, “Criaturas fronterizas”.
La cinta tiene dos grandes peculiaridades que resulta imposible que pasen desapercibidas. La primera es la historia, retomada de manera minuciosa por el cineasta iraní avecindado en Dinamarca Ali Abassi y la segunda son los personajes que componen el relato, los cuales, sin lugar a dudas, tienen los sellos del guionista que llevaron al éxito a “Déjame entrar”.
Sin grandes pretensiones, pero llena de una gran calidad artística y técnica, “Criaturas fronterizas” –producción sueca- está basada en el cuento Criatura de la noche y analiza la vida de Tina (Eva Melander), una inspectora de aduanas, conocida por su gran capacidad para descubrir las emociones y sentimientos de quienes llegan a su encuentro. Su pasado, su físico y un encuentro inesperado con Vore (Eero Milonoff), un personaje que tiene un aspecto hosco, similar al suyo y con la misma cicatriz que ella, generan una explosión fantástica, digna de un largometraje excepcional.
En sí misma, es una historia llena de emotividad, pero al mismo tiempo de arrebato, cualidad indisociable del trabajo narrativo de John Ajvide Lindqvist, que permite al cineasta Ali Abassi extraer elementos de diversos géneros cinematográficos para construir un alebrije narrativo de tonalidades bellas y misteriosas.
En el filme, la realidad nunca está separada de la ficción y nos permite entender una historia de amor y pasión paralela a los estándares colectivos, dejándonos sobre la mesa una lección contundente sobre inclusión de las minorías o, mejor dicho, de la necesidad de que ésta pueda darse en todo el mundo.
Además de una historia cruda pero preciosista, “Criaturas fronterizas” engancha perfectamente con el espectador, al mostrarnos en sus dos personajes principales la viva imagen de la racionalidad animal, pero con esa chispa de humanidad que permite identificar fácilmente la dura crítica social. En suma, es un filme sumamente recomendable.
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.