El jueves pasado se firmó un documento histórico llamado Geneva Consensus Declaration, en español Declaración de Consenso de Ginebra, en la cual 32 países encabezados por Estados Unidos le dijeron al resto de las naciones que no existe el derecho humano al aborto.

Dicho documento es de suma relevancia ya que se establece claramente que el derecho primigenio que todo ser humano tiene es el de la vida, sin embargo también están conscientes de que cada país es libre de hacer sus propias leyes para proteger la vida de inocentes y crear sus propias regulaciones sobre el aborto.

La invitación a que se sumen los demás países está abierta, y deseamos que México sea uno de los que aparezcan en dicho documento.

El documento hace mención y fija su posición sobre la salud de las mujeres, la familia, la vida y la defensa de la soberanía nacional, por lo que es mucho más que sólo decir en qué creen.

Hacen también un llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que no se presten a reinterpretar o malinterpretar el lenguaje desde las diferentes agencias, pues es sabido que algunas naciones ricas de la mano de agencias de la ONU confunden a las personas cuando afirman, sin razón, que el aborto es un derecho humano.

El grande problema se encuentra cuando estas naciones intentan obligar a los países a implementar políticas que atentan contra la vida, presionando con financiamiento o retirándolo si no aceptan impulsar sus agendas.

Estos 12 países dejaron en claro que no se obtendrá un consenso sobre el derecho al aborto porque simplemente no lo es, y lo que sí es claro es que la vida es el derecho a tutelar, poniendo la salud de la mujer en primer lugar en cada etapa de la vida.

Los países firmantes se comprometieron a trabajar como naciones para proteger la dignidad humana y también de forma personal, para lo cual avizoran una ardua labor.

El mayor compromiso es el de trabajar juntos en la ONU y en otros escenarios internacionales para lograr resultados tangibles como los que ha conseguido Estados Unidos en los últimos cuatro años.

Estos países tienen la urgencia de trabajar para acelerar los avances en salud para las mujeres, en proteger la vida durante y después de la gestación, en proteger el valor intrínseco de la familia, y nosotros como mexicanos también queremos que nuestro país refleje el mismo interés y compromiso por trabajar en pro de la vida y la familia como los derechos humanos más importantes de los cuales emanan todos los demás para el bienestar de la sociedad como garantes de naciones en crecimiento y desarrollo para un mejor futuro.

¿Qué tenemos hoy en nuestro país? Al parecer lo que va en contra, iniciativas que atentan contra la vida de inocentes, aun cuando en 20 estados de la República tenemos en nuestras constituciones locales el respeto al derecho a la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, con mención aparte de que México ha firmado el Pacto de San José que establece el mismo principio.

Solicitamos al canciller Marcelo Ebrard que deje a un lado su ideología personal y permita que México se adhiera al Consenso de Ginebra, su labor como funcionario no es imponer sus creencias sino velar por la máxima protección a los derechos humanos de los mexicanos.