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Nos hemos enterado de que México ha recibido del Banco Mundial la cantidad de 225 millones de dólares para implementar un sistema digital nacional de identidad que facilite la inclusión (Mexico National Digital Identity System to Facilitate Inclusion -P172647- The World Bank) y ¿qué creen? El Gobierno rápidamente ha implementado el mecanismo para hacer uso de ese jugoso cheque aunque ello implique vender nuestro país a organismos internacionales que quieren violentar nuestra soberanía, como estamos viendo en diversos países de Latinoamérica.

La diputada Rocío Barrera Badillo, del partido Morena, fue la encargada de presentar el proyecto de ley que, bajo el pretexto de contar con una cédula única de identidad digital para todos los trámites, propuso la abrogación de la Ley General de Población que data de 1974 y sustituirla por el Proyecto de Decreto por el que se expide la Ley General de Población que ya fue aprobado en la Cámara de Diputados el pasado 3 de diciembre de 2020 con el abrumante voto a favor de 426 legisladores, 3 abstenciones y sólo 1 voto en contra. ¿Qué nos dicen estos números? Si queremos “pensar bien” de algunos de los legisladores, al parecer ni siquiera leyeron la iniciativa, pues si lo hubieran hecho se habrían dado cuenta de que ese híbrido tiene oscuras intenciones, de otro modo nos obligan a pensar en otra cosa y que quizá el fondo facilitado por el Banco Mundial tiene a otros destinatarios.

Si tan sólo se trata de proteger la identidad de cada mexicano y contar con una cédula única ¿no hubiera sido más sencillo y menos costoso agregarle o quitarle a la CURP lo que sea necesario? ¡Claro que no! Porque eso no daría pie a suscribir todo lo que el Banco Mundial mandata.

¿Qué tiene entonces esta ley por la que nos estamos inconformando muchísimos mexicanos al punto de pedirle a la población que salga en caravana este 13 de febrero en favor de la vida, la familia y las libertades fundamentales?

En principio y como ya manifestó públicamente la diputada María Guadalupe Almaguer Pardo, del PRD, “esta iniciativa contiene elementos fundamentales que constituyen los lábaros que son los baluartes por los que luchan las izquierdas y en particular su partido” ¿a qué se refiere? Al aborto como un derecho, a la llamada educación sexual integral obligatoria que no es otra cosa que enseñar ideología de género desde preescolar, a la limitación de la libertad de conciencia, a la implementación de falsos derechos humanos, al control de la población y a la violación de la patria potestad.

Tenemos una oportunidad en el Senado para que esta ley se revierta y no sea aprobada, es muy necesario dar a conocer lo que se cocina en los órganos legislativos y que para la mayoría de la población pasa totalmente inadvertido.

Les invitamos a leer con detenimiento lo que esta ley propone, aquí una muestra del artículo 35 fracción IV: eliminación de barreras socioculturales e instituciones que dificulten el acceso de las personas a servicios de salud sexual y reproductiva, interrupción del embarazo en las causales permitidas por la ley, así como el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

Sólo de este fragmento ya podríamos preguntar ¿Qué instituciones y barreras socioculturales quieren eliminar?, ¿la familia?, ¿las Iglesias?, ¿las universidades?

Que nuestra voz se escuche fuerte y clara este sábado 13, nos vemos en la caravana y seguiremos hablando de este tema en futuras entregas, hay mucho por analizar.

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