|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El Senado tiene en su cancha de nueva cuenta el análisis de la Ley Federal para la Regulación del Cannabis y nos hemos enterado de que no descartan pedir una tercera prórroga, ya que han reconocido los legisladores que contiene inconsistencias.

No solo se trata de temas controversiales, los legisladores empeñados en la legalización del Cannabis están desestimando la salud de los mexicanos en aras del libre desarrollo de la personalidad, cuando la salud es un derecho humano por sobre el desarrollo de la personalidad, que encuentra sus límites en el orden público y los derechos de terceros.

¿Por qué no hacen caso a quienes tratan a los adictos a ésta y otras sustancias? Es de sobra conocido que la marihuana es la puerta de entrada a drogas más duras.

Se han cansado los médicos especialistas de alertar sobre los aspectos clínicos que la marihuana produce en el cuerpo humano. El principal componente activo es el delta tetrahidrocanabinol (THC), el cual tiene propiedades psicoactivas que causa efectos sobre las percepciones, pensamiento y conducta de los usuarios cuya intensidad varía de acuerdo con la cantidad y concentración de THC. ¿Qué le hace la marihuana al cuerpo? Al fumar, los THC rápidamente pasan de los pulmones a la circulación, la cual distribuye el químico a todos los órganos, incluido el cerebro, y desde allí se fija a los receptores específicos en las neuronas e influye sobre su actividad.

En el cerebro algunas áreas poseen gran cantidad de receptores canabinoides que regulan el placer, memoria, pensamiento, concentración, coordinación y percepción del tiempo y sensaciones; de allí que los efectos agudos registren muchos cambios como taquicardia, los bronquios se relajan, los vasos sanguíneos de los ojos se dilatan, se altera la percepción de sonidos y colores, la mucosa oral se seca pudiendo desarrollar intenso apetito y sed.

Con el uso frecuente se altera la habilidad de la persona para almacenar memoria y recordar eventos, se afecta la coordinación motora y el equilibrio al unirse a receptores en el cerebelo y ganglios basales y en dosis altas existirá psicosis tóxica aguda, con alucinaciones, ideas delirantes y pérdida del sentido de identidad.

Los daños se presentarán en el sujeto de muchas formas pudiendo ser psicológicos, como la ansiedad, depresión, pánico y alucinaciones; en la parte cognitiva con la alteración de la actividad mental y las funciones motoras y otras reacciones adversas pudieran presentarse como la analgesia, sedación, excitación, hipotermia o catalepsia.

Su consumo crónico reporta complicaciones similares al tabaquismo, enfermedades respiratorias, bronquitis crónica, obstrucción de las vías aéreas inferiores, infecciones pulmonares y un aumento de riesgo de cáncer; así como también deprime el sistema inmunológico y endocrino, altera la secreción de hormonas del sistema reproductivo y la capacidad del individuo a reaccionar a cambios metabólicos y al estrés.

Otros hallazgos revelan que el delta 9 THC produce acortamiento neuronal con muerte celular y fragmentación del DNA en el hipocampo.

Es un hecho que crea dependencia y adicción y se relaciona directamente con violencia, delincuencia, accidentes, ausentismo escolar o laboral y baja productividad.

De allí la preocupación por su legalización: la marihuana no es un juego como para justificar su uso “recreativo”.

El Psiq. Salvador González, de la Clínica de Adicciones Caiyrad, quién conoce muy a fondo el tema, comenta que al día de hoy no se cuenta con la infraestructura suficiente para atender a los enfermos, peor será si se legaliza el consumo.

El objetivo de la salud pública es evitar las enfermedades y prevenirlas. Al parecer quienes promueven la legalización no saben nada de salud pública, pues literalmente estaríamos ante una “fábrica de enfermos” para lo cual no habría una solución viable de tratamiento eficaz y mucho menos los recursos necesarios para ello. Es de sabios rectificar, esperamos que den marcha atrás.

Lo más leído

skeleton





skeleton