Causalidad y nuevas estructuras

Jacinto Herrera León: Causalidad y nuevas estructuras.

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Cada día notamos que existe una respuesta que no siempre es proporcional al presunto hecho del cual uno se siente agraviado y que son motivados, sin duda, por acciones que consideran inadecuadas, propias, ofensivas, poco leales, por tan solo mencionar ejemplos. Con lo anterior me refiero a que toda acción tiene como consecuencia una reacción y por eso se llama ley de la causalidad.

Normalmente en la naturaleza las fuerzas no se presentan solas, sino en pares como sucede con la acción y reacción. Estas fuerzas las ejercen todos los cuerpos que están en contacto con otro. Estos presupuestos en el medio natural son de aplicación a procesos físicos y mecánicos.

En el medio social ocurre algo parecido. El ser humano con su acción sobre otro provoca una reacción, lo que se conoce como conducta reactiva. Si la acción lleva implícito un carácter positivo, pues la conducta reactiva puede ser positiva en un alto nivel de probabilidades. Si lleva implícito un gesto con carácter negativo, también con un alto nivel de certeza se puede esperar una conducta reactiva que lleve implícito un gesto con carácter negativo. Por lo que toda acción humana ejercida sobre otra persona, provoca una conducta reactiva, sea positiva o negativa.

Así algunas acciones humanas pueden crear caldo de cultivo para la aparición de situaciones sociales conflictivas, en la medida en que determinadas condiciones dan lugar a que se repriman algunas conductas reactivas negativas. Estas conductas reprimidas provocan sufrimientos que favorecen la gestación de situaciones sociales conflictivas. El accionar inadecuado de ciertos individuos poseedores de poder y fuerza pueden saturar y colman de sufrimiento a otros individuos.

La persistencia y reiteración de otras acciones generadoras de nuevas conductas reactivas negativas sobresaturan el nivel de sufrimiento en esas personas, provocando, en la mayoría de los casos, un arranque de ira desenfrenada a través de actos de violencia, agresiones, ataques, etc., que encuentran su expresión en un conflicto social.

Según apunta la psicóloga cubana Rosa María Cubela (2005): “Los sentimientos atraen la misma energía: el resentimiento origina resentimiento, la comprensión da paso a la comprensión y la empatía a mayor empatía”… Entre profesionales también ocurren actos violentos.

Otros mitos en torno a esta problemática son expuestos por la psicóloga cubana Sara Mas (2006) cuando expresa que “También es falso que el hombre sea violento por naturaleza, como parte de su virilidad. Las formas más comunes de manifestarse la violencia son la psicológica, la física y la sexual. (…) Es válido resaltar que en el fenómeno subyacen las asimetrías de poder (…)”.

Con base en lo dictado, quien realice una accion que afecta, muy seguramente obtendra una reaccion y no siempre proporcional. Aquí el problema radica en que esa respuesta exponencial, aniquile al agresor. En el camino andamos. 

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