|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El sábado 20 pasado una tormenta severa afectó nuevamente a Mérida, principalmente en una zona ubicada al oriente de la ciudad y comprendida dentro de las colonias Fidel Velázquez, Pacabtún, Los Reyes, Salvador Alvarado Oriente, Chichén Itzá y Melchor Ocampo, teniendo como centro de la mayor devastación la Melchor Ocampo y Salvador Alvarado.

Los daños fueron postes caídos o por caer, tanto de la CFE como de Telmex, zonas sin corriente eléctrica, árboles derribados o en parte despedazados, muros, techos de láminas y de tejas, ventanas, todo un reguero de destrucción ocasionado en poco tiempo, pero para fortuna sin lesiones a personas.

¿Qué fue lo que sucedió? Que una lluvia de temporada provocada por el paso de la onda tropical No. 19 se convirtió, debido a la masiva liberación de energía producida por el calor reinante en la zona, en una tormenta severa que, al causar daños a la infraestructura y poner en riesgo la vida de las personas, se volvió un fenómeno meteorológico extremo, algo que últimamente ha estado ocurriendo en las zonas urbanas de todo el mundo debido principalmente al cambio climático.

La pregunta es: ¿esto no ocurría antes en el pasado? Por supuesto que sí, cada 10, 25 ó 50 años acontecía uno o dos de estos fenómenos, cuando se daban circunstancias muy especiales como una temporada de sequía muy extrema y una masa de aire muy húmedo y a veces fría chocaba con otra muy caliente.

Últimamente pasa muy seguido y este año en particular este tipo de fenómeno es la segunda vez que ocurre en Mérida; la primera fue a fines de enero, el domingo 27, cuando el frente frío No. 31, que afectó a la Península de Yucatán, inusitadamente liberó una energía tal que generó rachas de viento que alcanzaron hasta los 90 km/h y abarcó desde Champotón, Camp., hasta Chetumal, Q. Roo, afectando puertos tan importantes como San Francisco de Campeche, Progreso, Cancún, Cozumel, Playa del Carmen y Chetumal, dejando una estela de daños a la infraestructura no solo de la costa sino del interior de la Península; una tormenta severa que fue catalogada como un evento meteorológico extremo.

También y más atrás, regresando a Mérida, hubo otro fenómeno similar el 28 de mayo de 2009 que afectó más al norte de la zona azotada el pasado fin de semana, que fue la oriente y noreste, y que dañó sobre todo a Macro Plaza y Altabrisa y zonas colindantes, con muchos daños a la infraestructura urbana, caída de árboles, etc. Hubo otro más, el 12 de abril de 2012, que afectó sobre todo la zona poniente, en especial la avenida Itzaes desde la calle 90 hasta la Clínica de Mérida y el barrio de Santiago y zonas colindantes. Dos días después, el 14, cayó una granizada en el poniente y noroeste de la ciudad. Ha habido otras tormentas en el interior del estado con daños muy puntuales en ciertas regiones, desgraciadamente la que ocurrió en Valladolid con una pérdida humana.

Esto que cada vez sucede más seguido es una factura que nos cobra el cambio climático provocado por el calentamiento global.

Lo más leído

skeleton





skeleton