El sábado 20 pasado una parte de la zona oriente de Mérida fue afectada por un fenómeno meteorológico extremo, al que se le llama pseudo tornado o reventón y que se trata de una corriente descendente de aire asociada a una nube de tormenta cumulonimbo; el aire baja rápidamente de la nube y se mueve horizontalmente sobre el suelo a lo largo de hasta 10 kilómetros; el tiempo de vida del fenómeno es de entre 5 y 30 minutos; si se trata de un micro reventón su dimensión horizontal será menor de 4 km y durará menos de 15 minutos, que fue lo que ocurrió en una zona muy delimitada del oriente de Mérida. Puede ser un reventón seco o húmedo, según el comportamiento de la precipitación, que puede llegar al suelo o evaporarse antes.

Este fenómeno puede ocurrir por el enfriamiento del aire cuando en la nube se evaporan las gotas de agua o el hielo pasa a estado líquido o gaseoso y el aire se enfría y como el aire frío pesa más que el aire caliente, la masa de aire tiende a descender; otro factor que lo provoca es el descenso del aire por su propio peso o el del agua, el granizo o la nieve de la nube. En general este fenómeno se produce cuando las corrientes ascendentes de una tormenta se debilitan y se genera una fuerte corriente descendente hacia la superficie encontrándose con aire mucho más seco y cálido.

El sábado 20 de julio había una gran masa de aire cálido en la zona, el cual se encontró con el aire más frío que descendía a gran velocidad, provocando el fenómeno antes mencionado; además se formaron pequeños remolinos de un diámetro de 100 metros aproximadamente, pudiendo ser esto medido con la dirección que dejó la posición de la caída de árboles, postes de la CFE y de Telmex, además de que la parte alta de los árboles fue la más golpeada y que fueron podados y en algunos casos doblados en diferentes sentidos, como si un gigante los hubiera agarrado y dado vueltas varias veces. La lluvia no fue tan fuerte como los vientos que se generaron en la zona y que, según relatos de los habitantes de ese rumbo de la ciudad, parecía que los afectaba un huracán.

Pocos días después, el jueves 25, en la parte noreste de la ciudad, se presentó una copiosa lluvia que fue catalogada como muy intensa porque dejó acumulados de precipitación de 92.3 mm de altura de lámina de agua en apenas 30 minutos. Fue en verdad impresionante la cantidad de lluvia que cayó y que causó inundaciones en las calles y por supuesto entró en algunas casas. También cayeron impresionantes descargas eléctricas.

Como ustedes verán, no solo un ciclón tropical puede causar daños a la infraestructura urbana y poner en peligro vidas humanas, basta con unas lluvias que por sus características sea inusual en sus proporciones, ya sea por la velocidad de los vientos o por la cantidad de agua que caiga. Lo más grave es que estos fenómenos seguirán repitiéndose.