Desconcierto ha generado el hecho de que el mes de julio este presentando un alto número de lluvias, pues estas deberían de haber bajado en número y frecuencia, pero ha ocurrido todo lo contrario, presentándose más días con lluvias y fuerte intensidad en algunas zonas, aunque por supuesto, hay una respuesta para esta situación y esa está en el comportamiento que se observa de la canícula y el polvo de Sahara 2021.

La canícula, al menos para la península de Yucatán, empezó este año un poco adelantada, ya que debería ser del 15 de junio al 15 de agosto, y está presentando una intensidad de débil a moderada debido a que la alta presión del Golfo de México que la genera ha tenido sus oscilaciones a la baja, con poca intensidad y anda con valores bajos de máximo de hasta 1.017 hPa algunos días y otros de 1.013,0 hPa, que están dentro del promedio normal y eso hace que dominen los cielos de medio nublados a mayormente nublados, lo que permite al formarse las nubes la presencia de lluvias, ya sea por calentamiento diurno que es el proceso natural en que ocurren las lluvias en Yucatán y/o por el paso de las ondas tropicales que vienen del mar Caribe, que, déjenme decirles, están demasiado activas tanto en frecuencia como en intensidad, y eso la verdad preocupa.

Otro factor es el polvo del Sahara que cada año acontece de junio a agosto, y este 2021, además de que comenzó muy tarde, su intensidad ha sido de débil a moderada y su frecuencia muy baja debido a que esta lloviendo en el desierto del Sahara y los vientos Alisios están levantando poco polvo a la atmósfera, apenas llevamos 2 afectaciones de la misma y fueron de intensidad débil. Este polvo del Sahara se encarga de robarle humedad al ambiente y su presencia hace que las nubes no estén muy densas, y sobre todo, le quita energía a los ciclones tropicales, al robarles su humedad e inyectarles aire seco que los debilita e incluso en ocasiones los disipa, pero al ser de poca frecuencia su presencia y débil su intensidad, permite la presencia de las lluvias en nuestra zona y la pregunta sería ¿Por qué no hay ciclones formados ya que nada lo impide? Y de esto último ahora les explico.

Estamos pasando una buena racha de calma con los ciclones tropicales debido al importante factor que resulta la presencia de la oscilación Madden Julian (ENJO), que para el Atlántico está en una fase desfavorable, lo que impide la formación de fenómenos pues no hay el giro necesario, ya que para la formación de un ciclón tropical deberá de haber además de las condiciones de la temperatura del agua arriba de los 27 grados Celsius, convergencia en la superficie y divergencia en las alturas, esto para que se dé el giro, y eso es lo que no está ocurriendo ahora, impidiendo que se puedan formar por el momento ciclones tropicales en la zona, pero eso cambiará en el mes de agosto a partir de la segunda quincena, así que abusados con ese detalle.