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Uno de los eventos que han sido parteaguas en la vida de los yucatecos surgió en el mes de septiembre del año 2002, con la llegada el huracán Isidoro, fenómeno meteorológico que fue especialmente duro con nuestra ciudad y que, con una trayectoria errática y destructiva, puso en gran riesgo las finanzas y la actividad económica de la población.

Sin lugar a dudas, a partir de ese evento las autoridades, los empresarios y la población yucateca manifestaron transformaciones importantes en su comportamiento ante la posible llegada de ese tipo de eventos.

Las empresas entendieron la importancia de la contratación de seguros ante ese tipo de contingencias, de tener reservas financieras especialmente para esa temporada e inclusive en la confección de sus anuncios publicitarios.

La población asimiló la necesidad de realizar esfuerzos para cambiar la construcción de sus casas y asumió una postura de prevención inmediata ante la posible llegada de un fenómeno de ese tipo.

Por su parte, los gobiernos de igual manera aprendieron de ese evento, lo cual se observa en los protocolos, la creación de presupuestos asignados, la manera de informar y dar seguimiento a los huracanes, así como en la forma de otorgar apoyos a grupos vulnerables, pues las láminas de cartón se convirtieron en material de construcción.

En la actualidad, la contingencia de salud ocasionada por el Covid-19 y por la cual atravesamos con toda seguridad modificará a partir de ahora muchas de las conductas y costumbres, tanto de la población, como del sector empresarial y las autoridades.

En cuanto a la sociedad, con toda certeza se asumirá a partir de esto una cultura de higiene en un grado mayor del que se tenía, se tomarán con mayor seriedad los temas relacionados con el cuidado de la alimentación enfocados a la obesidad, diabetes y presión arterial, y se tomarán en la medida de lo posible ciertas previsiones financieras, lo anterior sin dejar de mencionar que se creará un vínculo aún mayor con el comercio digital.

En lo que respecta al sector empresarial, no descartamos que a partir de ahora muchas empresas crearán un fondo financiero, contratarán seguros, presupuestarán fondos financieros fijos en productos de seguridad e higiene; sin dejar de mencionar la adopción de las plataformas digitales para continuar la operatividad.

Por su parte, las autoridades seguramente aprenderán muchísimo de esto, lo cual se verá reflejado en la sensibilidad hacia las actividades comerciales de todo tipo, en la manera de aplicar el presupuesto para temas sanitarios, la manera de gestionar los apoyos a los diversos sectores productivos y el manejo de los sistemas de educación.

Sin duda, nos falta mucho por experimentar, aprender e incluso aprovechar de este tipo de situaciones, la cuales, sin duda, los yucatecos sabremos superar, pues, como en pocas veces, he observado que empresarios, instituciones, población y gobierno se encuentran en la misma sintonía y poniendo su granito de arena.

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