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La Columna Viernes Cultural y El Transcriptor beben sus primeros espressos dobles, en tazas de porcelana china, de las dinastías de Shang y Zhou, a la salud de los lectores de Novedades Yucatán, para que sea exitoso el año 2019.

Aquél interrumpe las felicitaciones y cuestiona, inspirado todavía con los efluvios de los licores consumidos en la noche vieja: Es una verdad inmutable, que dos más dos son cuatro. ¿Es correcto, querida?

Por supuesto, confirma, aquí y en la Gran China. Excepto, por lo visto, para los servidores públicos de la estatal Secretaría de Administración y Finanzas (SAF), y adláteres agrupados en el denominado “Consejo Ciudadano del Presupuesto”. Además de que no saben leer e interpretar la Ley Fundamental de los yucatecos.

Un desastre casi completo, aseguran ambos dos (como se dice), fue la elaboración del presupuesto de egresos del estado para 2019. Errores, violaciones, imprecisiones, reducciones injustificadas, y un largo etcétera, en opinión de líderes opositores del Congreso, que exigieron modificaciones que a cada rato rectificó la titular de SAF.

Un ejemplo es suficiente: la Constitución local dispone expresamente en lo que se refiere al Poder Judicial del Estado: “El presupuesto asignado… no podrá ser inferior al dos por ciento del total del gasto programable, el cual no será disminuido respecto al del año anterior y se fijará anualmente, en la forma y términos que establezca la ley”.

Los titulares de SAF y su Consejo, así como sus contadores y demás chalanes, no supieron sacar las cuentas del 2% del presupuesto para asignar la cantidad correspondiente a los juzgadores. No les dieron los recursos, y de encima, se convirtieron en violadores del texto constitucional yucateco.

Con este hecho, los servidores públicos del Poder Ejecutivo afectaron la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deben observar en el desempeño de sus empleos, se les deberían aplicar las sanciones correspondientes, sentencia el también prócer de los viernes.

Al final, el gasto público del estado cerró en 40 mil 586 millones 550 mil 939 pesos, lejos, muy lejos, añora la querida de los viernes, del presupuesto para el año 1901, que no llegó ni a un millón de pesos de entonces, fue de 965 mil 154 pesos 43 centavos.

Ahora que ya tiene dinero, el gobernador no tiene pretextos para incumplir con sus compromisos de campaña y de bienestar para el pueblo yucateco. ¿No habrá más viajes al extranjero ni decenas de “reuniones privadas de trabajo” en su agenda?, interrogan La

Columna Viernes Cultural y El Transcriptor. Sólo Nostradamus tiene la respuesta, se contestan.

Y ahora, develan, el regalito para la titular de SAF y sus acompañantes del “Consejo Ciudadano del Presupuesto”: un ¡ábaco!
Para que empiecen a practicar, día y noche, operaciones aritméticas sencillas, como sumas, restas, divisiones y multiplicaciones.

Tienen todo el año para hacer ejercicios y veamos si les sale bien el presupuesto de egresos para 2020.
¡Feliz año nuevo!
De nada… Saludos…

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