¿Quién falta en tu vida?
Adriana Marín Martín: ¿Quién falta en tu vida?,
Alguna vez has sentido que te hace falta alguien?, ¿cómo calmas ese sentimiento de vacío cuando te sucede? Creo que a todos nos llega en algún momento esa impresión de abandono, de añoranza por la presencia de alguien, es probable que ni siquiera se sepa de quién, tal vez sea el capricho o la necesidad de llenar un espacio que creemos debe estar ocupado.
Este tipo de ausencia puede ser todavía más grave, cuando la persona que hace falta es uno mismo, cuando la vacante que llevamos a cuestas es la de nuestra propia persona, y más aún si fuimos los culpables de dejarnos olvidados, sin darnos cuenta, en alguna parte del camino recorrido.
¿En dónde te encuentras en estos momentos?, ¿estás contigo mismo?, ¿te acompañas a diario?, ¿te has tomado la molestia de preguntarte cómo te sientes?, ¿qué quieres?, ¿hasta dónde quieres llegar?
Nos ocupamos de todo y de todos, mientras ponemos en pausa nuestras necesidades personales, postergamos de modo deliberado a quien debe ser nuestra prioridad: “nosotros mismos”.
Callamos con autoridad esa voz interna cuando nos dice que no quiere hacer algo, dejamos en la sala de espera al protagonista de nuestra obra, olvidando que el espectáculo no será igual si el personaje principal no se encuentra en escena.
Cuando deseamos la presencia de otra persona en nuestra vida, procuramos cuidadosamente el contacto frecuente con ella, mantenemos la comunicación amable, escuchamos sus necesidades, atendemos sus inquietudes, ponemos atención en lo que la hace sentir cómoda, porque nos interesa que se mantenga cerca.
Es entonces muy curioso descubrir que la mayoría de las personas se olvidan de sí mismas, dejan de atender sus anhelos, ignoran su propia existencia, descuidan sus sueños y mantienen al margen sus prioridades, buscando que con ello quede espacio para cuidar de lo que se supone les dará felicidad: la familia, la pareja, el trabajo, las obligaciones, etc.
Hoy quiero preguntarte ¿en qué lugar de tus prioridades te encuentras?, ¿eres el primero, el segundo o el tercero?, es probable que descubras que ni siquiera te has puesto un lugar y que la persona que falta en tu vida eres tú mismo.
Todas estas interrogantes y circunstancias se me pusieron de frente y en montón al terminar de leer mi ejemplar de la semana, “En mi vida falto yo”, un libro de la psicóloga Natalia de Barbaro, en el que insta a las mujeres a ser las protagonistas de su propia vida. Tuve la oportunidad de entrevistarla y me comentó que el abandono personal es tema en muchas de sus terapias.
“Quererse más es parte de la solución, tener más autocompasión. Si todo el mundo fuera más autocompasivo, el 95% de los problemas no existirían. He intentado cultivar en mí misma esa autocompasión, pero no es tan fácil, si hubiera un botón para activarla, todo el mundo lo querría, es una práctica muy necesaria, básica e importante, porque el amor a los demás empieza por uno mismo”, dijo durante la entrevista.
Hoy quiero invitarte a que antes de necesitar a alguien o de intentar llenar los vacíos con algo, te detengas por un momento y te asegures de que en tu vida no faltes tú.