Adiós, Señor Hoffman
Diana Puga Pérez: Adiós, Señor Hoffman.
De nuevo podemos disfrutar de cine francés en nuestras salas, pues “Adiós, Señor Hoffman” (Adieu Monsieur Haffmann) ya se estrenó en el país. Este drama inspirado en los años 40, es dirigido por Fred Cavayé, quien comparte créditos en el guion con Sarah Kaminsky.
El reparto de este largometraje está conformado por Daniel Auteuil, Gilles Lellouche, Sara Giraudeau, Nikolai Kinski, Anne Coesens, Mathilde Bisson, Claudette Walker, Frans Boyer y Vivien Tarragon.
Esta historia, desarrollada en París de 1942, nos habla sobre François Mercier, un hombre corriente que sólo aspira a formar una familia con la mujer que ama, Blanche. También es el empleado de un talentoso joyero, el señor Haffmann. Pero ante la ocupación alemana, los dos hombres no tendrán más remedio que concluir un acuerdo cuyas consecuencias, a lo largo de los meses, alterarán el destino de nuestros tres personajes.
Tenemos de nuevo ante nosotros una historia de la Segunda Guerra Mundial, tema que a opinión de muchos ya ha sido plenamente explotado, sin embargo, esta película es un tanto distinta. Los nazis se vuelven un tema aparte, pues aquí se centran en los efectos colaterales que ha causado la guerra. El guion hace un trabajo meramente decente, pues no nos abruma con la historia de siempre, sin embargo, por momentos no logra retratar en su totalidad lo que pretende compartir con el espectador.
Lo que nos cuentan se apoya totalmente de las interpretaciones de los actores y actrices, la cual debo decir que está bien hecha, pero quienes mejor lo hacen son los protagonistas, pues logran captar todo lo importante de la atmósfera y la historia y eso es lo que le ofrecen al espectador.
Otra cosa que llama la atención es la tendencia teatral que encontramos a lo largo del film, pues prácticamente toda la acción se desarrolla en interiores, pero a pesar de esto la fotografía que nos ofrecen es muy notable.
A pesar de todo y del gran trabajo de los actores, hay algo en la pantalla que por momentos se siente falso, sobre todo en el sentimentalismo un tanto exagerado (me atrevo a decir) que vemos en los personajes principales. Las decisiones que el director va tomando a lo largo de la historia es lo que hace que este proyecto cinematográfico vaya perdiendo fuerza conforme va avanzando.
Definitivamente no nos encontramos ante un cortometraje alabado por la crítica, pero sí con una historia que nos presenta algo distinto a lo que estamos acostumbrados.
Calificación: dos estrellas y media.