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La figura de la senadora Xochilth Gálvez vino a ser una disrupción en la sucesión adelantada en la 4T y Morena, no la vieron. La soberbia del presidente Andrés Manuel López Obrador no le dejó percatarse de que sí existe una sociedad dividida y agraviada que buscaba a un líder que los encausara; él mismo se engañó cuando le hicieron creer que la elección presidencial podría ser un día de campo y ganar holgadamente hasta con el peor candidat@.

Cuando algo no le parece a López Obrador su modus operandi es vulnerar a los encargados de las instituciones, acusándolos de corruptos, conservadores y golpistas, piénsese el INE, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la UNAM, el CIDE, los intelectuales. Por ejemplo, a los padres de los niños con cáncer, a quienes les faltan los medicamentos, los mando acusar de que estaban provocando un golpe de Estado.

A periodistas como Ciro Gómez Leyva, quien fue víctima de un intento de asesinato, aún lo sigue vulnerando, siendo que a los únicos que no cuestiona y los trata de señores son los líderes del Crimen Organizado.

Para nadie es un secreto que desea descarrilar la candidatura presidencial de Xóchilt Gálvez, un atentado en contra de la senadora sería muy grave para el mandatario y el país, pero existe otro método para impedir su candidatura, y es denunciándola de presuntos actos de corrupción. Ya la acusó de haber ganado 1,400 millones de pesos de contrato con el Gobierno e inmobiliarios.

El diputado de Morena, Alejandro Robles, la denunció en la Fiscalía General de la República de “lavado de dinero, evasión de impuestos y enriquecimiento ilícito”, el ex delegado de la Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, acusó que las empresas High Tech Services y Omei, manejada por el esposo e hija de la Senadora, prestaron sus servicios a desarrolladores a los que Gálvez les otorgó permisos para construir. Pero, a la 4T, se les olvida que Claudia Sheinbaum no le otorgó mantenimiento a la línea 12 del metro dejando 26 muertos y 117 víctimas.

Lo que no le perdona AMLO a la senadora del PAN, Xóchilth Gálvez, es que presentó en los Estados Unidos una denuncia complementaria ante los supuestos contratos que sostenía Petróleos Mexicanos (Pemex) en el año 2019 y 2020, y la compañía americana Baker Hughes a la que le pertenecía Keith Schilling, dueño de la casa -Gris en Houston- donde vivió el hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán. La senadora interpuso una denuncia ante la Security Exchange Commisión (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos) por conflicto de intereses entre el arrendatario de López Beltrán en Houston y el gobierno de López Obrador; al menos son siete contratos entre Pemex y Baker Hughes que se realizaron durante la estadía del hijo mayor de AMLO en la casa gris, incluso aseveró Xóchilth Gálvez que uno de esos contratos se firmó el mismo día en que Ramón López Beltrán llegó a la casa gris de Keith Schilling en Houston (Infobae 08/ 02/ 23).

Las investigaciones de conflicto de intereses entre Pemex y Baker Hughes indican que, de 2019 hasta 2021, se firmaron 19 acuerdos por un monto de 19 millones de dólares

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