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Una de las preocupaciones nacionales que inquietan por su importancia, es el renglón turístico. Las autoridades competentes recientemente han manifestado planteamientos en este sentido. Sabemos que la ciudadanía en los periodos vacacionales tiene que pagar precios muy elevados por el alojamiento en hoteles y alimentos en los restaurantes, muchas veces –sin la autorización respectiva–, igualmente, la eficaz atención tanto a visitantes nacionales como a extranjeros. Que se protegería a la industria sin chimeneas ofreciendo empleos con prestaciones en beneficio de los hogares mexicanos, así mismo capacitándolos para brindar una óptima atención al público en general.

México lindo y querido, dice una canción escuchada internacionalmente, es una tierra pródiga de múltiples y atractivas tradiciones, de ensueño, de leyendas que embrujan el espíritu del visitante y lo invitan al pronto retorno. Viajar por sus largos caminos significa experiencias muy placenteras. Recorrer los vestigios arqueológicos de las antiguas culturas que florecieron hace miles de años, es una invaluable experiencia.

Volteemos la mirada a nuestro maravilloso estado de Yucatán. Desde siempre ha sido protagonista de grandes encuentros con la belleza cultural, arqueológica y natural. La majestuosidad en los vestigios arqueológicos la ha catapultado como referente a nivel nacional e internacional, siendo Chichén Itzá patrimonio de la humanidad, declarada por la Unesco desde 1988 y maravilla del mundo desde 2007. Si hablamos de la belleza natural que encierra la entidad, necesariamente tenemos que sumergirnos en las imponentes aguas de los cenotes, cuerpos de agua dulce abastecidos por un río subterráneo, cuentan con una clasificación: abiertos, semiabiertos, antiguos y de caverna, y existen alrededor de ocho mil en la Península de Yucatán. Esta maravilla única en el mundo, tiene un proceso de formación que puede durar miles de años, debido a que el suelo de la región, es como una esponja que absorbe la humedad cuando la lluvia aparece. Es importante mencionar el impacto de la contaminación en los cenotes, por lo general este tipo de contaminación es generada por las personas que utilizan el lugar como basurero. Es lamentable que la mano subversiva del hombre no brinde protección a esta maravilla natural.

Por otro lado, el Estado está rodeado de una riqueza cultural venida de los pueblos que la componen, indudablemente hay pueblos mágicos como Izamal que viste sus casas con un amarillo encantador que deslumbra al visitante, Tekax con su ermita que roza al cielo y lo cubre de encanto. Sin embargo, en el Estado hay pueblos pequeños que carecen de difusión, tal vez por su lejanía con la capital Mérida o simplemente porque no están en el ojo de los difusores del turismo en Yucatán. Más allá de todo esto, lo que nos queda claro, es que nuestra entidad en la República anda de boca en boca, se ha convertido en uno de los sitios más importantes para el turismo en México. Muchos de los estudiosos del tema consideran que el factor es la seguridad, Yucatán está entre las cinco entidades del país más seguras para vivir.

Sentándose a reflexionar y mirando de frente el crecimiento del turismo en el Estado, nos toca a nosotros como mexicanos, ser la mano que cuide y proteja nuestra riqueza cultural, el trabajo es de todos, no de unos cuantos.

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