Osteoporosis corporal y administrativa

Jacinto Herrera León: Osteoporosis corporal y administrativa.

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Hoy es el Día Mundial de la Osteoporosis y de pronto atrajo a mi memoria recuerdos de un pasado reciente, cuando a manera de sensibilización y abundamiento del conocimiento, tratamos dentro del seno del Colegio Mexicano de Reumatología, Correspondencia Península, el tema que hace alusión al hueso poroso, frágil y quebradizo, cuya actualidad médica y consecuencias sobre la calidad de vida son incuestionables.

El Dr. Víctor Mercado, gran pilar de la AMMON, compartió experiencias sobre el origen, datos clínicos, diagnóstico y tratamiento de este flagelo. Es por demás conocido que como consecuencia del aumento de células destructoras, amén del poco ejercicio y baja ingesta de calcio, la enfermedad del “hueso poroso”, debilita y puede causar potenciales fracturas de nuestro inigualable y perfecto andamiaje del cuerpo humano.

Cuando nos referimos al debilitamiento, de pronto me asaltan una serie de vivencias y espeto que este fenómeno no es privativo de los huesos, también podríamos aplicarlo a los valores, principios, cohesión social e instituciones del país en que vivimos. Te son conocidas las frases: Primero yo; qué me importa; que vean cómo son las arreglan; total ya están viejos; o estos enfermos cuestan mucho. ¡Sí amable lector!, tan sólo dibujan el egoísta y peyorativo actuar de sujetos con los cuales convivimos a diario.

Cuando de la administración pública hablamos, seguro has escuchado: ¡los de arriba dieron la orden!; ¡así lo está dictando nivel central!; o, ¡si no te gusta, nadie te obliga a seguir aquí, hay cola afuera!, tan sólo por citar. El vasallaje, disfrazado de lealtad y obediencia, con el afán de permanecer en un puesto directivo, me recuerdan al pasaje bíblico: “Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:15-19).

México está pasando por una grave crisis humanitaria en donde sus instituciones están debilitadas, atraviesan un momento inédito de desgaste, existe palpable inconsistencia de los otrora colosos, orgullo nacional. Sus cabezas administrativas, cual células de osteoporosis, con su ineficiencia y falta de preparación, van erosionando desde sus entrañas y adelgazando la esperanza de los que aún sobreviven a tantas embestidas de los irreverentes. Ese hueso “corroído” se fractura, derrumbando ancestrales bastiones que se construyeron con la vida de quienes creyeron un mejor lugar para sus descendientes.

Hoy es momento para rescatar lo bueno, desechar lo malo e impedir el inevitable resquebrajamiento. Reparemos con tesón, dedicación y preparación, los desgarros que impiden mejorar de forma integral nuestro servicio al colectivo. Tu participación puede cambiar la historia de esta silente enfermedad médicoadministrativa, cuya fractura es evidente. Despierta, participa y actúa, rompiendo la inercia de la actual maltrecha arquitectura corporal y administrativa.

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