Huracanes explosivos: “Milton” (III)
Juan Vázquez Montalvo: Huracanes explosivos: “Milton” (III)
Para entender la magnitud de las inundaciones por marejadas que “Milton” provocó en Celestún, vamos a hablar un poco de la topografía y situación de la costa yucateca, ya que esta es una franja de arena de muy baja altitud con referencia al nivel del mar, la parte más alta se encuentra en la zona de Progreso y sus colindancias con 5 msnmm, y las zonas más bajas y susceptibles a ser inundadas por marejadas, elevación del mar o crecimiento de la ciénaga, entre Celestún y Sisal y desde Río Lagartos hasta El Cuyo, en donde la altura del suelo arenoso no rebasa 1 msnmm son áreas muy bajas, y con tan poquito que suba el nivel del mar por marea alta o algún evento de mareas provocado por un Norte, la Luna o ciclón, enseguida se inunda y lógico que “Milton” traía una importante marejada ciclónica y elevación del nivel del mar por contracorriente, y aunque no pasara sobre Celestún, para este lugar era inminente el peligro de inundaciones, y lo peor si seguía su movimiento al este y sureste iba a pasar muy cerca de ese puerto, y este lugar se hubiera bañado por completo.
Me comentaron que pese al peligro latente de inundación, una parte de la población una parte se negó a abandonar Celestún y el peligro era muy fuerte, ya que una vez subiera la marea no sólo este puerto se iba a inundar, sino también más de 20 km de la carretera Kinchil a Celestún, la cual está construida sobre mangle, y el agua iba a brotar de los manantiales y el suelo dejando la carretera bajo agua e intransitable por el resplandecimiento que iba a sufrir la carpeta asfáltica, pero ni así con el peligro ya descrito abandonaron la zona, aunque por suerte “Milton” pasó lejos de la zona de costa, pero las marejadas ciclónicas sí llegaron provocando en algunas zonas hasta 1.50 a 2 metros de sobre elevación del agua, con la consiguiente inundación de las casas y de la zona conocida como cartolandia que está construida sobre una zona pantanosa.
Todas las zonas bajas de la costa yucateca fueron inundadas por la marejada ciclónica entre las que destacan el malecón internacional y daños a la infraestructura costera, como lo fue el muelle turístico de Chelem y del malecón internacional y el muelle que une a este último malecón y el llamado tradicional, el cual fue destruido prácticamente, además de daños a embarcaciones de pescadores.
Las zonas entre Río Lagartos y El Cuyo sólo sufrieron inundaciones por elevación del mar, siendo los daños mucho menores que los esperados, pero sí hay afectación de casi 2 metros de altura de playa y de 30 metros a 50 metros de playa, en toda la costa entre Celestún hasta Telchac Puerto (levantamiento hecho por CHMDY), e incluso hubo daños a las casas veraniegas de la costa en diferentes magnitudes, donde incluso una gran casa veraniega ubicada entre Chelem y Chuburná fue destruida, y lo peor fue que el agua de mar ahora se aporrea con las casas veraniegas en la mayoría de ellas.
La verdad es que se corrió con muchísima suerte, ya que el panorama que se presentaba aquel lunes al mediodía era aterrador para la costa, norte y centro del estado de Yucatán que iba ser debastado con daños peores a los que provocó “Gilberto” en 1988, y nuevamente y afortunadamente no sucedió, sólo daños menores de los esperados, pero cuánto tiempo va a seguir acompañando a Yucatán esta buena suerte, eso nadie lo sabe. Ya fueron dos ocasiones en que nos salvamos de tremendas catástrofes.