El Palacio Cantón, testigo de la historia (y II)

Miguel Güémez Pineda: El Palacio Cantón, testigo de la historia (y II).

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En esta nueva edición, su autora tuvo la oportunidad de revisar, completar, incluir nuevas fotografías y anécdotas; precisar y ampliar los resultados de la investigación que realizara hace veinte años cuando hizo el libro El palacio del General Cantón. Cien años de historia. La construcción del “palacio” fue dirigida por Manuel G. Cantón Ramos (sobrino del general) y participaron en su decoración los arquitectos italianos Miguel Giacomino y Alfonso Cardone. En Mérida vamos a encontrar numerosas construcciones y edificios públicos que se inspiraron en este tipo de arquitectura francesa, considerada ecléctica, construidos durante el porfiriato; algunos en el mismo Paseo de Montejo, conocido en los ochenta como la “Zona Rosa de Mérida”.

Conocí este lugar, ya como Museo Regional de Antropología, a principios de los 80, cuando estudiaba Antropología. Lo recuerdo con sus salones que exhibían temas sobre el medio ambiente, las características físicas de los mayas peninsulares, su producción, las relaciones comerciales y la guerra, su escritura y sus aportaciones en materia de calendarios, sus costumbres funerarias y su arquitectura. En sus pasillos se exhibían las grandes piezas y fragmentos de arte maya.

Paradójicamente, este caserón fue mandado a construir por el general Cantón, quien participó en varias batallas contra los mayas. Su padre y su hermano mayor habían luchado contra los mayas que se habían rebelado contra el Gobierno desde 1847. Y digo “paradójicamente”, porque más tarde este recinto se convertiría en la máxima casa de la cultura maya donde se exhibirían piezas del arte maya prehispánico y se enseñaría cultura, filología y lengua maya.

En sus salas se han presentado exposiciones conjuntas de los proyectos del Centro INAH Yucatán: Yucatán. Arqueología hacia un Nuevo Siglo (2000), la exposición Los mayas de Yucatán: en busca del pasado, (2001); y los resultados de proyectos específicos como Mayapán, la última capital maya de Yucatán, (2002); Ek’ Balam. El antiguo reino de Talol, (2004), y otras que abordaron una variedad de temas. Una de las últimas fue La palabra visible, escritura jeroglífica maya que se exhibió entre 2019-2020.

La tercera parte del libro nos transporta a los años de esta suntuosa casa como recinto público, usado inicialmente para albergar a la Escuela de Bellas Artes (1932-1937) y la Escuela Primaria Superior “Hidalgo” (1937 a 1948); más tarde se convirtió en residencia de los gobernadores (1950) y, desde 1959, como Instituto Yucateco de Antropología e Historia, conformadopor el Museo Arqueológico de Yucatán, la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona y la Academia de la Lengua Maya, a los que se sumó la entonces Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, donde se formaron los primeros arqueólogos y antropólogos sociales en el estado; y desde 1975, como Museo Regional de Antropología de Yucatán.

Reconstruir la historia de esta emblemática casa implica un proceso complejo en el queno sólo hay que recurrir a los documentos que se encuentran en los archivos históricos, en las hemerotecas o bibliotecas, sino consultar los archivos privados y fotográficos de las familias que la habitaron y recabar testimonios orales de sus descendientes. Y toda esta minuciosa labor la hizo la Mtra. González durante mucho tiempo.

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