En una acción conjunta iniciada en Yucatán por la Sociedad Artística Ricardo Palmerín, con el apoyo de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) y la activa participación del historiador José Gabriel Rivera Delgado, director del Archivo Histórico de la Secretaría de Cultura de Baja California, y del promotor cultural de aquella entidad Mario Trejo Dozal, fue localizada en el panteón municipal número dos de la ciudad de Tijuana, la tumba donde reposan los restos del notable compositor y trovador yucateco Enrique Galaz Chacón, autor del primer bolero mexicano, “Madrigal”, compuesto en 1918, con letra del periodista Carlos R. Menéndez, durante las fiestas patronales de la hacienda Cacao, de la familia Ponce Cámara.

En fecha próxima las cenizas de Galaz serán traídas a Yucatán para ser depositadas en el Monumento a los Creadores de la Canción Yucateca.

Enrique Augusto Galaz Chacón, a quien apodaban “El curro” por su baja estatura, nació en el pueblo de Hunucmá, Yucatán, el 27 de marzo de 1897, hijo de Braulio Galaz Ceballos y Sebastiana Chacón Osalde, y fue bautizado en Mérida en la Catedral de San Ildefonso el 29 de julio del mismo año. Desde niño vivió en la capital yucateca en el predio 509 de la calle 59, entre 60 y 62.

En agosto 20 de 1919, cantando a dúo con Augusto Ponce, participó en el concierto de bienvenida ofrecido al dueto de bambuqueros colombianos Alejandro Wills y Alberto Escobar, que venían de grabar temas de su país en la compañía disquera Camden de Nueva York y se disponían a realizar una gira de dos meses en tierras yucatecas.

En 1920 Galaz forma parte de un cuarteto de trova, con Augusto Ponce, José Padrón Reyes y José Barón Kelly, que se hace famoso en la Península.

En septiembre de 1921 el cuarteto se integra al grupo de trovadores que el Gobierno de Yucatán envía a la ciudad de México a participar en las fiestas del centenario de la consumación de la Independencia. En la capital del país los trovadores yucatecos frecuentan círculos sociales e intelectuales y adoptan como puntos de reunión algunos restaurantes de su centro histórico.

En 1927, con Augusto Ponce y otro trovador, integra el Trío Galaz que graba en el sello Saxophonic el bolero “No me olvides”, de su total autoría, la guaracha “Las mujeres que se pintan”, de Cirilo Baqueiro García Rejón, y los temas “Tengo un pendiente” y “Con qué me pagas”.

Ese mismo año, con dirección artística de Alfonso Esparza Oteo, el trío graba de nuevo el tema “Con qué me pagas”, en el sello Flexo.

Las grabaciones se encuentran en la Fonoteca Nacional y pronto las tendremos en Yucatán por gestiones de la presidenta del Instituto Bolero México, Cecilia T. Margaona. En 1928 el historiador Rubén M. Campos incluye en el álbum pautado “El folklore y la música mexicana.

Cien aires nacionales para piano”, editado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), su bolero “Para no darme cuenta de la vida”, cuya letra es el soneto “Salud” del poeta colombiano Julio Flórez. (Continuará). *Investigador Emérito de la UNAY.