En 1861 aparece publicada en la revista literaria La Guirnalda, editada en Mérida, la partitura de la primera canción de autores yucatecos, “El amor paternal”, compuesta por el pianista José Dolores Sierra, con letra del poeta Apolinar García y García. La edición litográfica es de José D. Espinosa y Rendón, cuyo taller fue inaugurado en 1859.

En 1880 es compuesta en el barrio de San Juan, de Mérida, la canción-habanera “Despedida”, del trovador Cirilo Baqueiro Preve, con letra del poeta José Peón Contreras. Tema que se considera como la primera canción de la trova yucateca. La inspira la joven Mercedes Urcelay Castillo, a quien se la llevan de serenata sus autores.

En junio de1895 la tiple cubana Amadita Morales estrena en el antiguo Teatro Peón Contreras –el actual se inauguró en diciembre de 1908-, la guaracha costumbrista “La Mestiza”, de Cirilo Baqueiro Preve, como parte de la revista musical “Mérida al vuelo”. Su partitura aparece publicada ese año en La Gaceta Musical.

En 1900 Arturo Cosgaya estrena su vals “Fin de siglo”, cuya partitura se encuentra en el archivo histórico de la Orquesta Típica Yukalpetén y, desde 2017, es parte del repertorio de la Orquesta de Cámara de Mérida, con arreglo orquestal de Russell Montañez.

En 1908, en el muelle cinco del puerto de Progreso, es compuesta la primera clave yucateca, “Penumbra”, conocida también como “La noche llegó”, por Antonio Serrano, con letra de Rodrigo Milán. La estrena el Quinteto Progreso en el Teatro Ocampo, en julio de ese año, por invitación de la compañía cubana de Raúl del Monte, de la que era director musical Luis Casa Romero. Un año después, en 1909, en La Habana, Casas Romero crea la primera criolla cubana, “Carmela”, que guarda semejanzas musicales con nuestra clave yucateca.

En 1918, durante las fiestas patronales del Santo Cristo del Amor, se estrena en la hacienda Cacao, de los hermanos Ponce Cámara, el bolero “Madrigal”, del trovador Enrique Galaz Chacón, con letra del periodista Carlos R. Menéndez González. La estrena su autor a dúo con el trovador Augusto Escalante Ponce. Un siglo después, en el Palacio de Bellas Artes este bolero fue reconocido como el primero de autores mexicanos.

En 1920 el trovador Ricardo Palmerín compone en una banca del parque Hidalgo el primer bambuco yucateco, “El Rosal enfermo”, con un poema del bardo canario Lázaro Sánchez Pinto, publicado en Mérida en la revista La Raza, en julio 5 de ese año.

En febrero de 1923, a solicitud del gobernador Felipe Carillo Puerto, el poeta Luis Rosado Vega y el trovador Ricardo Palmerín componen la danza “Peregrina”, dedicada a la periodista norteamericana Alma Reed. El tema enmarca el trágico romance de Carrillo Puerto, fusilado el 3 de enero de 1924, con la periodista fallecida en la ciudad de México, el 20 de noviembre de 1966. Los restos de ambos reposan en mausoleos distintos en el Cementerio General de Mérida. (Continuará).

*Investigador emérito de la ESAY.