Entre los años de 1972 y 1980 una segunda generación de arqueólogos de la Escuela Nacional de Antropología constituye lo que se puede denominar un tercer momento para la conservación de monumentos en la zona arqueológica de Uxmal.

Los arqueólogos Norberto González, Rubén Maldonado, Ricardo Velázquez, Antonio Benavides, Fernando Robles, Ernesto González L., Bárbara Koniecksna y Pablo Mayer forman parte de esta generación y vienen formados con nuevas técnicas y empleando criterios de restauración contenidos en la Carta de Venecia. Estos profesionales retoman experiencias de las escuelas europeas de conservación.

Pablo Mayer supervisa la instalación de luz y sonido de Uxmal en los años setentas.

Una de las intervenciones que constituyó un parteaguas entre las labores de rescate tradicionales y las de estas nuevas corrientes en Uxmal fue el Proyecto de Restauración del Juego de Pelota de Uxmal a cargo del arqueólogo Rubén Maldonado, quien empleó técnicas de exploración en yacimientos prehistóricos en monumentos arqueológicos, recuperando excelentes contextos de derrumbe cuyo registro permite emplear la técnica de restauración llamada anastilosis.

Mediante esta técnica se puede reintegrar cada elemento arquitectónico desplomado a su lugar original, restableciendo la unidad formal y estructural a los monumentos.

La aplicación de este criterio de restauración en la arquitectura maya fue una propuesta que siempre defendió el arqueólogo y arquitecto Augusto Molina Montes en las convenciones de restauración. Este criterio lo vio aplicado en Uxmal en los años noventas. 

El arqueólogo Ricardo Velázquez es otro de esos profesionales con perfil de prehistoriador que realizó diversas labores de mantenimiento en las jambas y dinteles del Palacio del Gobernador y en la crestería del Palomar y otros monumentos del Puuc. Su proyecto principal para ese entonces lo constituyeron las exploraciones realizadas en la cueva de Loltún, donde se recuperó fauna pleistocénica.

En 1990 fue la última labor de conservación que realizó en Uxmal, remediando el problema estructural en el Templo del Adivino afectado por el huracán Gilberto.

En 1987 Víctor Segovia en codirección realizó la arquitectura de Paisaje en Uxmal y el estudio de la arqueoastronomía en el Palacio del Gobernador y en el Palomar, como hizo también en otros sitios de la península.

Carlos Pérez se hizo cargo del mantenimiento de la cubierta del Palacio del Gobernador.