Juventud indígena, esperanza para un futuro sostenible y pacífico
Columna de Miguel Óscar Sabido Santana: Juventud indígena, esperanza para un futuro sostenible y pacífico
El próximo miércoles se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que en este año se ha titulado Juventud Indígena, agentes de cambio hacia la autodeterminación.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que debe reivindicarse la posición que tienen las y los jóvenes indígenas para lograr detener algunas de las crisis que enfrenta la humanidad.
La ONU considera que la juventud indígena aprovecha tecnologías de vanguardia y desarrolla nuevas habilidades para encontrar soluciones y contribuir a un futuro más sostenible y pacífico para la gente y para el planeta, como en los esfuerzos globales hacia la mitigación del cambio climático y la consolidación de la paz, entre otros problemas que aquejan seriamente a la humanidad.
La población indígena en el mundo es de más de 370 millones de personas, distribuidas en unos 90 países. México tiene 11 millones 132 mil 562 habitantes indígenas, de acuerdo a lo que reconoce el Gobierno de nuestro país.
En Yucatán hay 522,757 personas de los pueblos originarios; de éstas, 519,167 hablan maya, 2,027 ch’ol, 1,069 tseltal y 494 náhuatl, acorde con las cifras que nos ofrece el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Inegi.
Para fortalecer el desarrollo de nuestra comunidad maya tenemos el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán, que lleva a cabo actividades de difusión y promoción de los derechos humanos, políticos y culturales, además de la atención a migrantes.
Toda esta labor se realiza, independientemente de los programas que el Poder Ejecutivo del Estado lleva a cabo, para lograr que nuestra comunidad maya pueda salir de la situación de vulnerabilidad, en la que se considera a quienes integran el pueblo originario de Yucatán.
La Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados lo define así: persona o grupo que, por sus características de desventaja por edad, sexo, estado civil, nivel educativo, origen étnico, situación o condición física y/o mental requieren de un esfuerzo adicional para incorporarse al desarrollo y a la convivencia.
El trabajo en favor del pueblo maya debe ser llevado a cabo no únicamente desde los ámbitos de los gobiernos federal, estatal o municipal, sino que debe partir también de la sociedad civil, para lograr la integración de las comunidades indígenas, al gran conglomerado social de nuestra diversidad cultural mexicana.
Requerimos ser empáticos, solidarios con cualquier persona que pueda ser considerada en situación de vulnerabilidad, para hacer realidad el esfuerzo de sacarlos de las condiciones que los hacen ser personas vulnerables.