Facebook me recordó hace unos días que hará dos o tres años publiqué en mi página este poema en prosa para rendir homenaje a una de las artistas que más admiro: la cantante afroperuana Susana Baca (*)

Susana, quiero viajar a la negritud peruana para besarte los pies que vuelan, enredarme en tus caderas de diosa negra, retratarme en la hondura de tus ojos negros, comer el fruto magnífico de tus labios negros que enmarcan el marfil de tus dientes, moverme al ritmo voluptuoso de tus hombros negros y caminar de tu mano por toda la negra geografía limeña, ir al norte, al este, a la costa y a todos los confines de la patria que habita en tu corazón y tiene reminiscencias de africanos tambores.

Gracias Susana por hacernos conocer a los simples mortales la majestuosa belleza de tus negros hermanos y la rumbosa cadencia que menea la cintura  de tus negras hermanas. Negra presuntuosa, voz de los hombres y las mujeres a quienes les duele su negritud, les duele su historia sometida, pero no dejan de sonreír y hacer volar sus pies con inigualable cadencia.

Susana Baca, amo tu música como si fuera negro. Negra presuntuosa, qué diera por volver al sitio a donde nunca he ido, pero que ha susurrado tu voz cerca de mi corazón y bailado en tus pies de hada negra alada. Gracias por tu música.

*) Susana nació en Lima, el 24 de mayo de 1944, en el seno de una de las familias de más renombre en la música afroperuana por parte de su madre Carmen, los De la Colina; es prima hermana de Ronaldo Campos y Cairo Soto. Uno de sus trabajos más importantes, realizado con su esposo, el sociólogo Ricardo Pereira, es el rescate de armonías y ritmos casi olvidados de la música afroperuana.

Su padre guitarrista, su madre bailarina, sus primos fundadores del conjunto Negro Perú fueron los acicates para que Susana –musicóloga y educadora- se dedicara al canto y al rescate de la música de la negritud peruana. Su primer gran éxito vino en el disco El alma del Perú Negro, la canción María Landó. Andando el tiempo, Susana ha llegado a ser el principal referente de esa peculiar música y una de las figuras más destacadas de la música folklórica latinoamericana. Chabuca Granda, la mayor compositora peruana, la consideraba su sucesora y la quiso a tal grado que la contrató como su ayudante personal y le dio alojamiento en su casa.

Su libro Del fuego y del agua (1992) es fruto de once años de investigación entre los afrodescendientes de la costa peruana recopilando testimonios junto con su esposo, el sociólogo Pereira.

Tuvo un breve paso por la política como ministra de Educación del 28 de julio al 10 de diciembre de 2011 con Ollanta Humala. Ha obtenido numerosos galardones, entre ellos dos veces el Grammy Latino.