El término de albañiles ruineros es un sobrenombre que se autoasignaron los trabajadores del poblado de Oxkutzcab, que regularmente son contratados por los arqueólogos que realizan exploraciones arqueológicas en los sitios prehispánicos del sureste.

Esta tradición se remonta en los años treinta, cuando se inician las labores de restauración en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Uxmal.

Los primeros albañiles que fueron contratados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia para realizar estas labores de albañilería fueron don Juan Chablé y don Tasio Dzib.

Estos dos personajes fueron los que comandaron las brigadas de exploración y restauración de monumentos durante más de treinta años.Estas brigadas estaban formadas por maestros albañiles, ayudantes de albañilería, cocineras y sus auxiliares que eran quienes molían el maíz para hacer las tortillas.

Con este personal se realizaban temporadas de trabajo semanal y de uno a dos meses internados en zonas en donde no había forma de regresar con facilidad al pueblo.

Don Juan y don Tasio son los dos trabajadores a quienes se debe la fama de los oxkutzcabeñoscomo expertos en trabajar en las “ruinas”.

Durante más de tres décadas trabajaron en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Uxmal y la Ruta Puuc, Dzibilchaltún, Komchén, Aké, Acanceh yMayapán, en Yucatán. Cobá, Tulum, el Rey, Kohunlich, en Quintana Roo. Edznah, en Campeche, y Palenque, Bonampak, y Yaxchilán, en Chiapas.

Colaboraron con reconocidos arqueólogos,entre los que destacan; SylvanusMorley, Edward Thompson, WyllysAndrews, Alberto Ruz Lhuillier, Ponciano Salazar, Román Piña Chan, Jorge Acosta, R. Pavón Abreu, Héctor Gálvez, César Sáenz y Víctor Segovia, entre otros.

El conocimiento relacionado con esta labor se fue transmitiendo de generación en generación, sobre todo en la familia de los Dzib.

Hoy también estamos capacitando a nuevas generaciones de trabajadores de los poblados de Santa Elena y San Simón, que ávidos de conocimiento están aprendiendo esta labor con el propósito de que puedan tener una alternativa de trabajo y sobre todo para revalorar el patrimonio arquitectónico.Hoy nietos y bisnietos de Juan Chablé y Tasio Dzib laboran en el INAH como custodios en Loltún y Chacmultún.