Desde la cultura griega hasta la actualidad, los perros han acompañado a los hombres en sus aventuras y travesías. Como dijo certeramente el filósofo romano Cicerón: “Los perros nos esperan fielmente”, como sucedió cuando Argos, el perro de Ulises, lo espero después de veinte años para morir en cuanto reconoció a su amo a pesar de retornar viejo y andrajoso.

O qué decir de Cancerbero el perro del inframundo griego, que con sus tres cabezas resguardaba celosamente la entrada al infierno del dios Hades.

También están los que dan su vida a favor de la ciencia como la perra soviética Laika, quien murió en órbita y los perros de ficción como Lassie, la collie que a muchos nos acompañó en la infancia. Por eso considero que si queremos ser una mejor sociedad, debemos respetar la vida animal y, sobre todo, la de los perros, creados para acompañar al hombre como se ha demostrado desde tiempos remotos.

A título personal, celebro que en días pasados, el Gobernador haya presentado el proyecto Peek' Friendly, cuyo objetivo es reducir la población de perritos en situación de calle, para ello se organizarán ferias de esterilización y se impulsará la adopción responsable.

Asimismo, se conmina a los dueñosde mascotas de compañía a registrarlas para obtener el Formato de Identidad Animal.

Sin duda, un escalón arriba si queremos ser una ciudad ejemplar, si aspiramos ser como los países avanzados donde el maltrato animal es nulo.

Si bien es preocupante ver perros deambulando en las calles, también lo es el maltrato animal que se tiene en los hogares cuando los dejan, sueltos o amarrados, a la intemperie bajo lluvia y Sol, o los abandonan cuando los dueños salen de viaje, o los mantienen en las azoteas, esa falta de compasión es el reflejo de los valores que nos rigen como personas y que no tarda en extrapolarse a otros seres humanos.

Los psicólogos están ciertos en que el maltrato animal una alerta para considerar, porque la escala se incrementa desde los más vulnerables.

En la isla griega de Chios, de arquitectura medieval, los gatos son de todos, andan libremente por los andadores; todos los alimentan y los cuidan.

Es la isla de los gatos. Los habitantes no temen a la reproducción y los gatos no temen a los humanos, incluso se dejan acariciar por los turistas.

Es admirable el respeto a los felinos Se requiere de la participación de la ciudadanía para llevar a buen puerto la política pública impulsada por el Estado.

Ya existen campañas de sensibilización en la radio y en programas de televisión, donde se promueve el cuidado animal.

Porque tanto la vida vegetal, animal como la humana, deben cohabitar en armonía. De los perros tenemos mucho que aprender del amor, la lealtad, nobleza y el desinterés que tanto nos dividen como sociedad.