Llega el Nican Mopohau a Mérida
La magia de la vida, columna de David Ojeda Correa.
“Aquí se narra cómo hace poco milagrosamente se apareció la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, nuestra Reina; allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe”.
Con estas palabras inicia uno de los documentos históricos más relevantes para la cultura mexicana que, además, ha tomado importancia para otros países, incluso dejando de fuera la visión religiosa.
Se trata del Nican Mopohua, un manuscrito de casi 500 años de antigüedad escrito por el indígena Antonio Valeriano, mano derecha del reconocido historiador Bernardino de Sahagún.
El facsímil de la copia más antigua de dicho escrito estará en Mérida, el 24 y 25 de agosto, expuesto en el Centro de Convenciones Siglo XXI como parte del Congreso Internacional “El Pincel de Dios”, que se desarrollará debido a la histórica visita a Mérida de la Pontificia Academia Mariana Internacional.
El Nican consta de 4 bifolios (16 páginas) y es uno de los tesoros más grandes de la Biblioteca de Nueva York. Además de ello, estarán expuestas las parcialidades de copias certificadas de dos cartas de Fray Juan de Zumárraga, una en donde le escribe al rey de España para hacerle saber las atrocidades que ocurrían en México en 1527, y otra en donde le da la excomunión al Gobierno mexicano del año 1530.
El Nican parte de la relevancia histórica al ser el documento más antiguo descubierto hasta la fecha, en el que un indígena redacta una poesía empleando el idioma náhuatl, pero en caracteres en español, lo anterior debido a que previo a este documento, el náhuatl se escribía por medio de grifos.
Es curioso, puesto que la copia atesorada en la Biblioteca de Nueva York es justamente eso, una copia, pero la más antigua que existe del Nican Mopohua. Lo anterior se sabe debido a que tiene un párrafo que se repite, como si alguien lo hubiera copiado de un original y no se hubiera dado cuenta de haber escrito dos veces lo mismo, sin embargo no hace que su relevancia histórica se pierda debido a su antigüedad, información y transmisión de la lengua.
La Biblioteca de Nueva York, en conjunción con el Museo Metropolitano, logró, tras un estudio meticuloso y preciso, establecer el origen, la ciudad y el fabricante del papel de la copia. Asimismo, realizó un análisis espectrográfico de la tinta, lo cual arroja qué materiales fueron empleados: Ernest Burrus en 1973, encuentra marcas de agua en el papel que lo llevan a una fábrica de Génova.
Las letras, según Miriam de Arteni, Former Senior, de Exhibition Conservator de la New York Public Library, están escritas a mano y se empleó tinta ferruginosa, así como mercurio, sulfuro y cinabrio con residuos de cobre, lo cual permite, en conjunto con el tipo de papel genovés, fechar el documento para mediados o finales del siglo XVI.
Los estudiosos piensan que es la primera versión escrita del relato de Juan Diego y las apariciones en el cerro del Tepeyac tomadas de su misma voz y que esta copia fue realizada por el mismo Antonio Valeriano en 1545 y 1546. Pero fue apenas traducido palabra por palabra en el año 1926 por Primo Feliciano Vázquez.
La copia original de 1545 está perdida tras la invasión del ejército Norteamericano a México en 1846. Sobre la copia más antigua, cuyo facsímil será expuesto en Mérida, sabemos que llegó a Nueva York a partir de la venta de libros de José Fernando Ramírez que tuvo lugar en Londres en 1880.
En esta subasta de libros relacionados con México, representantes de James Lenox adquirieron de Ramírez quien los nombró como “Monumentos Guadalupanos” y dijo que se trataban de todo lo que fue capaz de reunir en ambos lados del Atlántico relacionado a la Virgen de Guadalupe.
Muchos creen que no existe información previa al año 1600 sobre la Virgen de Guadalupe, sin embargo, cada vez son más los escritos de cerca de 500 años de antigüedad que van apareciendo y sustentando la historia guadalupana. Pide tus boletos para acudir al evento al 9993-31-60-48.