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Hoy el aire se entiende como un elemento natural bueno, porque refresca el ambiente, pero asimismo malo, porque destruye. Sin embargo, para los mayas actuales el aire es un elemento sacralizado al que se conoce como YumIk, en las invocaciones sagradas se llama a los aires de los cuatro puntos cardinales porque nos dan vida; es el aliento de la tierra, como si fuera el mismo aire que nos mantiene vivos cuando respiramos y exhalamos. Eso nos alimenta, eso nos mantiene vivos, pero en la naturaleza los aires tienen su camino, tienen su temperatura, tienen su velocidad y hoy los mortales no le damos importancia a eso.

Y comento esto por la experiencia de un joven amigo del poblado de Santa Elena que hace ya varios años entendió la importancia del aire. Este amigo, recién casado, construyó su casa en su terreno y después de un tiempo de vivir en el lugar él y su esposa empezaron a padecer dolor de cabeza, acudieron al médico y con medicamentos se calmaba este mal temporalmente, pero luego continuaba.

La familia les recomendó que visitaran a un j’menpara que les indicara el origen del dolor de cabeza. El j’men hizo las invocaciones por medio de los elementos visualizadores para las predicciones y el diagnóstico fue que el malestar no era producto de una maldad. El origen del problema tenía que ver con el lugar en donde se desplantó la casa de este amigo, es decir, que la vivienda se construyó en donde por años pasaba el aire de la madrugada, ese aire fresco afectaba la temperatura del cuerpo de las personas que vivían dentro de la casa, lo que propiciaba el dolor de cabeza y otras posibles complicaciones de salud que no las sana un médico.

Para realizar la cura de la casase le recomendó hacer una ritual que se llama jetzlu’um, o tres rosarios dedicados uno al dios padre, otro a todos los santos y uno más al dios protector que los habitantes de la casa elijan. Después de estos rituales el aire que regularmente pasaba y chocaba con la casa se desviaría y de ese modo se evitaría que los habitantes de la vivienda se enfermen.

Después del ritual en la casa, este amigo ya lleva muchos años en la misma vivienda y ni él ni sus hijos se han enfermado de gravedad.

La tierra de los mayas aún tiene muchos misterios y existe un conocimiento profundo de la naturaleza y los elementos naturales tanto los benéficos como los que también nos pueden afectar.

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