Hoy 27 de septiembre se cumplien 68 años de la llegada del huracán “Janet” a la Península de Yucatán, siendo el que más muertes ha dejado en la historia de la región, creo que nunca se sabrá realmente cuántos fallecimientos provocó, aunque oficialmente se maneja el número de 200, este fenómeno destruyó por completo al puerto de Xcalak y la ciudad de Chetumal.

En la profundidad de las aguas de la Bahía de Chetumal está seguramente celosamente guardada la realidad de los cadáveres, materiales y cosas que arrastró aquella noche del 27 de septiembre del año de 1955, cuando el poderoso huracán categoría 5 de la escala Saffir-Simpson afectó el sur del estado de Quintana Roo, en aquel entonces territorio de Quintana Roo.

No ha habido otro fenómeno de igual magnitud en la zona, solamente el huracán “Mitch” en 1998, amenazó con repetir la tragedia en octubre, pero un frente frío lo detuvo en las costas de Honduras.

Años después, en 2007, “Dean” se enfiló hacia el sur de Quintana Roo, pero afortunadamente para la gente de Xcalak y Chetumal se fue un poco más al norte hacia la zona de Majahual, la cual destruyó y aunque provocó daños no fueron de la magnitud esperada.

La ciudad de Chetumal topográficamente tiene dos zonas, una baja casi al nivel del mar en donde por lo general se encuentra la parte comercial y áreas habitacionales antiguas, y la otra zona más alta a 7 metros sobre el nivel del mar donde se erige ahora el moderno Chetumal con nuevos cinturones habitacionales y plazas comerciales. En aquel 1955 sólo existía la parte baja de la ciudad y la mayoría de las construcciones eran de madera, algo muy común de la zona debido a la abundancia de especies maderables, las cuales eran aprovechadas para la construcción.

En ese año y con la incipiente información que existía meteorológicamente hablando, se difundió que un gran huracán llamado “Janet” estaba afectando al mar Caribe, esto aunado al exceso de confianza que existía, se pensaba que no tocaría a Chetumal, pero el 27 de septiembre la historia le tenía preparada una sorpresa desagradable, ya que el fenómeno iba directo al sur de Quintana Roo, el aviso a las personas se dio cuando ya era inminente la afectación.

Para cuando llegaron las horas de la noche la gente desesperada buscaba un refugio donde resguardarse mientras las poderosas rachas huracanadas destruían todo lo que encontraban a su paso, el mar de la Bahía se desbordó inundando toda la zona baja de la ciudad de Chetumal con una altura que alcanzó los 2 metros.

Al llegar la calma alrededor de 1:30 de la madrugada hasta la Luna se dejó ver, pero era el ojo del huracán que pasaba sobre Chetumal, por lo que 20 minutos después, en sentido contrario a cómo lo había hecho, comenzó de nuevo a soplar el viento con rachas huracanadas y las aguas de la Bahía regresaban a su nivel llevándose consigo, materiales, cosas personales, cadáveres y gente aún con vida que nunca fue encontrada.