¿Es posible plenitud de vida?
Columna de Jaime Gutiérrez: ¿Es posible plenitud de vida?
La mayoría de las personas que trabajamos, a partir de que llegamos a cierta edad, generalmente pasada la quinta década, empezamos a preocuparnos por nuestra vejez y por la pensión que vamos a recibir porque, eso sí (así piensa y se expresa una gran cantidad de personas), “me tengo que pensionar a los sesenta años de edad, ¿para qué le trabajo más al Gobierno?”.
El asunto es que cuando estamos en la flor de la vida, trabajando, echándole al antro, a las fiestas y a las pachangas, “hasta que Dios amanece”, en nada pensamos en lo que ocurrirá cuando lleguemos a la quinta o al sexta, o a las siguientes décadas, tendemos a creer que la juventud se prolongará por toda la vida y no, eso no es así.
La vida se va entretejiendo, momento a momento, con diversas circunstancias y situaciones que quizás nos distraigan de lo que realmente es importante, pero serán las decisiones que tomemos las que marcarán nuestro sendero a partir de los sesenta años de edad.
Muchos, cuando cumplimos los cincuenta y cinco años de edad, empezamos a querer preparar nuestra llegada a la sexta década, careciendo de un plan de acción, basados únicamente en cómo le hizo nuestro compa, nuestro vecino, familiar o algún conocido, llegando a creer que nuestro camino debe ser el mismo que esas personas siguieron.
Nada más inexacto que pensar como se describe en el párrafo anterior. ¿Quieres llegar a un final feliz a partir de la fecha en que accedas a la sexta década de tu vida?
Simplemente prepara un plan de acción que te defina y marque el mejor camino a seguir, pues avanzar sin rumbo fijo, sólo te permitirá acumular años de vida, pero no estarás creando las condiciones para tu mejor retiro y pensión, y para el resto de tu vida.
Es muy recomendable que, antes de los cincuenta y cinco años de edad, tengas ya definido un plan de acción que te permita enderezar el barco o bien, dirigirlo directamente a tu destino final para así llegar en las mejores condiciones y disfrutar a plenitud, el resto de tus días y de tu mejor pensión.
Si deseas disfrutar de excelencia en salud, cuida tus hábitos y ocúpate de ti; si deseas solvencia emocional e independencia financiera, simplemente ocúpate de ti, bajo un esquema perfectamente estructurado considerando que, no siempre, la pensión puede ser tu mejor opción; hay otras alternativas y que quizás debería conocer.
Esta semana atendimos a una jovencita que deseaba conocer las decisiones que debiera de tomar para en su vejez, gozar de independencia, libertad, solvencia económica y seguir disfrutando la vida, pero ya sin preocupaciones. ¿Es posible? Sí, sí es posible.