La publicación en la red social “X” del alcalde de Mérida, Renán Barrera, resume la devaluación política del Senado yucateco que en un solo período ya perdió a tres senadores por la vía del “chapulineo”.

“Yucatán se quedó sin senadores. Lo dije hace un año. Eran tres. El del PAN, la del Verde y ahora el del PRI se fueron a Morena. No traicionan a sus partidos ni a su militancia, eso es lo de menos. Traicionan a la gente que votó por ellos por ser una opción distinta a donde fueron a parar. Al tiempo…”.

Así lo expresó ayer el panista, aunque en realidad son más de tres traiciones: en medio de su proceso de inscripción de un total de 10 participantes para coordinar los trabajos de la 4T en Yucatán, de nueva cuenta los fundadores de Morena en el Estado salen perdiendo, con lo que ahora llaman una nueva traición al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues afirman que lo peor del PRI y del PAN ya realizó su migración total al partido guinda.

Todos se registraron ayer para buscar la candidatura por el partido guinda: la presidenta con licencia de Morena en Yucatán, Alpha Tavera Escalante; el senador Raúl Paz Alonzo; la senadora Verónica Camino Farjat; el ex delegado del Gobierno federal, Joaquín Díaz Mena; el diputado local con licencia Rafael Echazarreta Torres; la diputada federal con licencia Rocío Barrera Puc, y los militantes morenistas, Villevaldo Pech y Noé Peniche Patrón.

Por el Verde se inscribieron los diputados federales Federica Quijano Tapia y Mario Peraza Ramírez. Y aunque Morena realizará una encuesta de la que pretende dar los resultados el 30 de octubre, la eventual alianza con el PVEM vendría a cambiar las reglas, por lo que, hasta hoy, nada está escrito y muchos verán su morenismo de vientre desinflarse ante la llegada de políticos de todos los partidos.

De esta manera, Jorge Carlos Ramírez Marín dio un paso más hacia Morena, partido en el que ya incluso puede inscribirse en su proceso interno para optar por alguna candidatura para la próxima elección de 2024. Así se concretó lo que era ya un secreto a voces.
Todavía la semana pasada, Ramírez Marín fue uno de los legisladores que hizo la corte a Claudia Sheinbaum Pardo durante una visita al Senado. Desde ese evento surgió la versión que el aún entonces priista se cambiaba de partido. Él no corroboró esa versión, aunque tampoco la desmintió.

Fuentes del PRI aseguran que Ramírez Marín tensó al máximo la situación con la dirigencia de su partido, solicitando escenarios imposibles de cumplir. Las esperadas respuestas negativas fueron las excusas del senador yucateco para cambiar de partido.
Su llegada a Morena la da en dos brincos: el primero, al Verde Ecologista, partido pivote con el oficialismo —antes, el PRI; ahora, Morena— y, el segundo, a Morena. Como su ahora compañero Manuel Velasco Coello, puede, desde la trinchera verde, pelear en la batalla morenista.

Sin embargo, su aterrizaje a Morena no será sencillo, ya que le quita opciones a los fundadores de ese partido. Ya en otros “chapulineos” anteriores —el de Verónica Camino y el de Raúl Paz— los integrantes originales de Morena se quejaron que su partido “se estaba llenando de lo peor del PRI y del PAN”. El tiempo les sigue dando la razón.